“La rosa de Guadalupe” es una de las series de televisión más exitosa de México y Latinoamérica. La producción creada por Carlos Eduardo Mercado Orduña ha demostrado que no tienen problemas en tocar diversos problemas sociales y temas polémicos del día día.
Lo que más identifica a este programa es el airecito que fluye alrededor su personaje principal al término de cada capítulo y aunque muchos consideran que esta corriente de aire es enviada por la Virgen de Guadalupe como ejemplificación de un milagro, lo cierto es que esta creencia dista mucho del concepto que se ideó en el inicio de creación de la serie.
En una reciente entrevista a través de Facebook, Carlos Mercado le contó a Ana Patricia Rojo cómo es que nació la idea de soltar ese vientecito al final de cada capítulo de la serie.
EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA CORRIENTE DE AIRE
El concepto de “La rosa de Guadalupe” dio muchas vueltas en la cabeza de Carlos Mercado. Hace 10 años cuando presentaron el proyecto, le pidieron que sume algo extra que identifique al programa como único y ahí fue que nació la idea de la corriente de aire.
“La gente que es muy religiosa, por ejemplo, el viento ellos consideran que es un viento que manda la Virgen de Guadalupe y yo no soy quien para decirles que no. Yo siempre he sabido, y lo presenté, que es el movimiento de la razón donde ya te cayó el veinte. ¿Cómo lo ejemplificas? Nosotros encontramos la posibilidad de tener esa situación del viento con un slow motion, pero lo único que está ocurriendo es que le está cayendo el veinte de cómo la regué en la vida”, explicó su creador.
“Sientes en ese momento un movimiento de la razón que nosotros decidimos ponerlo como un aire fresco que te pega en el rostro y la gente muy religiosa piensa que sí, que es la Virgen que mandó su vientecito, y bueno tiene esta gama de posibilidades […]”, agrego.
Carlos Mercado dejó claro que desde un inicio “la presencia de la Virgen” se presentó como un pretexto para contar una historia humana.
“No es un programa religioso, más bien estás viendo cómo una persona está generando y construyendo lo que él considera un milagro y para eso tiene que trabajar muchísimo. Aquí las cosas no se solucionan por ósmosis, ni se solucionan por un fenómeno místico ni religioso, se solucionan porque tú le echaste ganas, porque tú lograste entender y porque lograste encontrar los caminos para poder salir adelante”, destacó Mercado.
Quizás eso explica que el programa sea un éxito en países tan lejanos como China.
“Estamos contando historias humanas con emociones completamente universales. A mí cuando la gente me pregunta por qué en China es un éxito si ni siquiera son católicos yo digo simplemente que el bullying en China es lo mismo aquí que allá”, aseveró.