Allison Arngrim dio vida a Nellie Oleson en La familia Ingalls, un papel que le salvó la vida tras el drama que le tocó vivir cuando era niña.
MÁS INFORMACIÓN: Esta actriz siempre usaba peluca en la serie y no podría quitársela por nada
La actriz estadounidense se hizo famosa a una corta edad con la serie que llegó a emitirse en 140 países.
En la actualidad, la artista sigue siendo relacionada con el papel de Nellie, la malvada niña que, a su manera, supo ganarse la simpatía y el cariño de los televidentes.
Luego de “La familia Ingalls”, Arngrim tuvo otros papeles en la industria pero siempre volvía al papel que la hizo muy popular hasta estos días.
Durante la pandemia del coronavirus, a través de la virtualidad, presenta “Confessions d’une garce de la prairie”, su stand up estrenado en Francia, donde rememora la grabación de la serie.
¿QUÉ SUFRIÓ ALISON ARNGRIM CUANDO ERA NIÑA?
Alison se ha dedicado a trabajar para luchar en contra de los abusos infantiles y los contagios por VIH. Además, de haber usado su influencia y su personaje de Nellie para llevar a cabo esta labor porque ella también sufrió de abuso en su casa cuando era pequeña. Según relató su propio hermano intentó violarla.
“Fue horrible. Guardar el secreto es la peor parte. Me preguntaba si alguien podría saberlo con solo mirarme (...). Nellie era una chica con la que aprendí a amar. Ella me sacó de mi casa cuando pensaba que no había escapatoria”, dijo en una entrevista televisiva, hace unos años, publicó CNN.
Según, contó su personaje en “La familia Ingalls” la ayudó muchísimo. “Nellie era una chica con la que aprendí a amar. Ella me sacó de mi casa cuando pensaba que no había escapatoria. Yo era una nena a la que todo el mundo le tenía miedo y era genial. Me pagaban para hacer de esta persona que grita, tira cosas, desahoga su ira, no le importa quién está mirando, muestra sus peores partes, hace caras terribles, y no le importa lo horrible que se ve. Fue absolutamente terapéutico”.
Por ello, en distintas oportunidades, la actriz ha pedido a las víctimas que escriban su historia como terapia para “largar todo lo malo”.