Joaquín Sabina estaba a punto de entonar una nueva canción sobre el escenario del WiZink Center de Madrid. Habían transcurrido apenas 30 minutos desde el inicio del recital junto a Joan Manuel Serrat, cuando un imprevisto disparó las alertas entre los 12.000 asistentes, los usuarios de redes sociales y los medios de comunicación.
El artista nacido en Úbeda, Andalucía, España sufrió una aparatosa caída “desde algo menos de dos metros de altura”, según informaron medios españoles. De acuerdo con El País, el cantante no se dio cuenta de que se encontraba en el mismo borde de las tablas, “perdió pie y cayó al foso de seguridad entre el escenario y las primeras filas del público”.
La caída fue registrada por diversos asistentes al concierto y divulgada en Twitter.
Consecuencia del golpe, Joaquín Sabina se dañó un hombro y tuvo que ser llevado al hospital, no sin antes volver a subir al escenario a dar explicaciones al público en silla de ruedas. “Me he dado un golpe muy fuerte que duele mucho. Con todo el dolor de mi corazón nos vamos al hospital, porque el hombro este lo tengo muy, muy, muy, muy dolorido”.
Los asistentes, que no se movieron de sus lugares ni abandonaron el recinto a la espera de noticias del cantautor, lo oyeron con atención y los alentaron con sonoros aplausos mientras se despedía y anunciaba la reprogramación del espectáculo.
Los organizadores del concierto informaron que Sabina fue atendido en una clínica cercana la sala de conciertos y que “se encuentra bien y no ha perdido en ningún momento la conciencia”, informó El País. Se indicó además que el artista permaneció “dolorido, pero tranquilo”, y acompañado por su representante y por su pareja, la peruana Jimena Coronado.