es una de las actrices más populares de México. La intérprete de 28 años y de origen ruso se encuentra en el ojo de la tormenta desde hace dos años, cuando inició una relación amorosa con Gabriel Soto, exesposo de Geraldine Bazán.

La joven llegó a México en el 2012 para empezar a estudiar la carrera de actuación y algún día ser protagonista de esas telenovelas que veía desde que era pequeña en su natal Rusia.

Su talento y ganas de superación hicieron que pronto comenzara a destacar en Televisa, recibiendo su primera oportunidad en 2015 en la telenovela Muchacha italiana viene a casarse, el que sería, sin saberlo en ese momento, el primer escalón de su exitosa y prometedora carrera artística.

Lo que sorprendió mucho de la actriz rusa es que dominaba perfectamente el español y esto no fue un obstáculo para alcanzar sus sueños.

¿CÓMO APRENDIÓ HABLAR ESPAÑOL?

ha contado que ella siempre había soñado en convertirse en una gran actriz. “Desde chiquita me gustaba la actuación. Veía novelas –rusas y latinoamericanas– y películas y siempre me interesaba el detrás de cámaras”, contó en una entrevista con People en Español.

Cuando llegó el momento de decidir que quería estudiar, ella pensó en la actuación, pero sus padres le dijeron que estudie una ‘carrera más seria’, así que finalmente se decidió por el periodismo.

Pero la verdadera pasión de la joven eran la actuación, por lo que a sus 18 años decidió abandonar la carrera del periodismo para luchar por su sueño.

“Cuando estaba estudiando español en Rusia veía las novelas mexicanas Rebelde y Teresa. Y me enteré de que la mayoría de los actores son egresados del CEA (Centro de Educación Artística de Televisa). Busqué la escuela y les escribí un mail para ver si, siendo rusa, podía entrar. Me contestaron que sí”, explicaba en su momento la intérprete de 27 años.

Cuando recibió la repuesta que tanto esperaba, no lo pensó dos veces y dejó todo atrás, familia, amigos, hogar con tal de cumplir su mayor sueño que era convertirse en actriz.

Aunque no creció hablando español, eso no fue un impedimento para que en menos de un año, a base de mucho esfuerzo, Irina Baeva llegó a dominar el idioma casi a la perfección.

“En Rusia pasaba horas y horas haciendo ejercicios de gramática, viendo novelas mexicanas, leyendo libros, traduciendo canciones, entre otras cosas. Fácil unas 8 horas diarias. Tuve la paciencia y disciplina suficientes así que llegué a México hablando el idioma sin problema alguno”, contaba en 2016 a People en Español.

Irina Baeva estudio periodismo en Rusia, pero abandonó todo por la actuación
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