Sandra Echevarría se ha convertido en una de las actrices más cotizadas de los últimos tiempos. Tras haber interpretado el doble papel protagónico en el remake de “La usurpadora”, novela de 2019, la mexicana obtuvo dos premios y se ganó a la audiencia, que está pendiente de los pasos que da, tanto en su carrera profesional como en su vida personal.
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Debido a que los reflectores siempre han estado detrás de ella desde que decidió incursionar en la industria del entretenimiento y como no está ajena a las críticas, se animó a hablar sobre los estereotipos a los que está sometido este mundo.
A través de su cuenta de Instagram, la también cantante cuestionó los exigentes estándares de belleza que se imponen, sobre todo a las mujeres, y que la han afectado a lo largo de su vida, incluso desde que era una niña.
“De chiquita siempre me dijeron que tenía que bajar de peso y ser talla 2 para llegar a ser protagonista (obvio, no estaba cerca de serlo). Me traumaron y toda mi adolescencia traté siempre de bajar de peso”, comenzó escribiendo quien fuera en 2010 la actriz principal de ‘El Clon’.
Luego continuó narrando que cuando creció y se convirtió en madre perdió unos kilos, y aunque estaba muy feliz en esta etapa, los cuestionamientos nuevamente llegaron. “Después de tener a mi hijo [Andrés] me decían que tenía que subir de peso porque había bajado mucho; igual cuando tuve una bacteria en mi intestino. Total, que uno nunca es suficiente para nadie”.
Debido a estas críticas, Sandra Echevarría aconsejó a sus seguidores a que se acepten tal y como son. “Creo que realmente lo único importante es ser suficiente para uno mismo”.
Seguido de ello, contó que durante la pandemia dedicó tiempo para ella haciendo ejercicios y comiendo sano, algo que la hizo sentirse orgullosa del gran trabajo que ha realizado. “Me siento mejor que nunca, incluso mejor que antes de tener a mi bebé. Estoy fuerte y más sana que inclusive cuando era adolescente”.
Finalmente, pidió a todos no dejarse llevar por malos comentarios respecto a su físico y quererse mucho, al margen de lo que digan los demás. “No creo en las cirugías para llegarnos a parecer a alguien o para aspirar a ser alguien. Creo en el trabajo personal y en el amor a uno mismo. En aceptarnos, amarnos y respetarnos. No dejen nunca que les digan si están demasiado flacos o gordos. Que cada quien se preocupe por sí mismo”.