El actor británico Kit Harington, que interpretó a Jon Snow en "Game of Thrones", entró en una clínica de rehabilitación poco antes de que se emitiera el final de la serie de HBO para tratarse por unos "problemas personales", informaron este martes medios estadounidenses.
"Kit ha decidido utilizar este descanso en su agenda como una oportunidad para pasar un tiempo en un centro de bienestar para trabajar en algunos problemas personales", dijo un portavoz de Kit Harington.
El portal Page Six aseguró que Kit Harington comenzó un tratamiento contra el estrés y la adicción al alcohol semanas antes de que "Game of Thrones" emitiera su esperado último episodio el pasado 19 de mayo.
Según la información de Page Six, el actor lleva casi un mes en tratamiento en una exclusiva clínica de Connecticut, Estados Unidos.
Harington, de 32 años, ha recibido ayuda psicológica y ha practicado la meditación dentro de su terapia para combatir el estrés y otros problemas personales.
"Está en la clínica principalmente por estrés y agotamiento y también por el alcohol", aseguró un amigo del actor a Page Six.
"Su esposa Rose Leslie (Ygritte en 'Game of Thrones') está siendo sumamente comprensiva. Todos sus seres cercanos quieren de verdad que descanse. Ahora mismo, solo necesita paz y tranquilidad", añadió.
En los últimos meses, Harington ha hablado en varias ocasiones sobre la enorme presión que ha sentido como uno de los protagonistas de la mayor superproducción televisiva de la historia y acerca de los graves efectos que eso tuvo en su salud mental.
"No fue un buen tiempo en mi vida", dijo el actor a Variety sobre el momento en el que su personaje Jon Snow murió y resucitó en la serie.
"Sentía que tenía que sentir que era la persona más afortunada del mundo cuando, en realidad, me sentía muy vulnerable. Tuve un momento inestable en mi vida, como creo que mucha gente tiene en la veintena", añadió.
Kit Harington no es el único actor de "Game of Thrones" en haber revelado problemas de salud recientemente.
Emilia Clarke, que encarnó a Daenerys en la ficción, desveló en marzo a la revista New Yorker que sufrió dos aneurismas mientras rodaba la serie.
Además, Maisie Williams y Sophie Turner, que dieron vida a Arya Stark y Sansa Stark, respectivamente, también aseguraron en los últimos meses que la fama y las redes sociales perjudicaron su salud mental.