Sin duda, “El Chavo del 8” fue y continuará siendo una de las series de televisión que marcó a muchas generaciones, desde que fue estrenada allá por los años 70. Cómo olvidar a aquel niño huérfano que se metía en cualquier lío y con sus travesuras sacaba carcajadas en la audiencia.
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Tanta fue la fama alcanzada que llegó a transmitirse y retransmitirse a nivel internacional, siendo traducido en varios países; sin embargo, pese a los años de éxito y giras internacionales por Latinoamérica, llegó a su fin.
Aunque algunos pensaban que el último episodio se dio en 1992 cuando se ve en la escuelita al Chavo, la Chilindrina, Godines, Popis y al profesor Jirafales, todos con una evidente edad avanzada; lo cierto es que éste no es final, ya que sólo se trataba de un sketch que formaba parte del programa Chespirito, pues “El Chavo del 8” como serie independiente ya había desaparecido hace una década.
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De acuerdo con el portal Chespirito.org, el último capítulo de la serie de televisión cómica mexicana, creada y protagonizada por Roberto Gómez Bolaños, se dio en enero de 1980, el cual se llamó “La lavadora”.
En este episodio, Doña Florinda, cansada de tener que utilizar el único lavadero de la vecindad y tras discutir con Doña Clotilde y Doña Nieves, decide comprarse una lavadora. Es así que, un buen día, dos hombres cargando una enorme y pesada caja llegan a su departamento, creando intriga en los habitantes que se encontraban en el patio, especialmente en la ‘Bruja del 71’, quien trató de averiguar qué era lo que había dentro, pero no pudo descubrirlo.
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Después de algunos intentos, ella, Doña Nieves y Jaimito deciden mandarle al Chavo a indagar, para ello le ofrecen dos pesos, algo que él acepta. Al tocar la puerta, le abre el Profesor Jirafales, a quien le dice que tenía la ropa que Doña Florinda había dejado olvidada en el patio. Él lo hace pasar de inmediato y el niño al ver un aparato extraño queda sorprendido y pregunta qué era.
Como de costumbre, la ‘Vieja Chancluda’ le dice que se vaya, pero el ‘Maestro Longaniza’ le dice que a los niños se les debe enseñar el uso de ese tipo de artefactos, algo que ella acepta. Debido a que ambos estaban viendo un desperfecto, Jirafales mete la ropa de su amada, pero le pide más, por lo que el Chavo va al patio y lleva a todos con sus prendas sucias. Ahí, Doña Nieves, Doña Clotilde y Don Jaimito ven el funcionamiento de este electrodoméstico, que empieza a funcionar en perfectas condiciones.
Sin embargo, en un descuido, el Chavo echa toda una bolsa de detergente en la lavadora y la enciende, haciendo que bote mucha espuma. Cuando le piden que saque todo, él atina a retirar la manguera y mojar a todos. En ese trajín, el sombrero del Profesor Jirafales cae en éste y al ver que estaba mojado se enoja, pero el Chavito le dice que no se preocupe, pues ya había visto cómo se usaban los rodillos para escurrirlo y le entrega el gorro deforme.
Al final, se ve a doña Florinda en el patio con un balde de ropa sucia preguntándole a Doña Nieves si podía usar el lavadero, quien se sorprende por su presencia y le hace recordar que tenía un electrodoméstico en su casa. A esto, la mamá de Quico le dice que había devuelto la lavadora por los problemas que le había ocasionado, pues además de lo ocurrido en su departamento, una vez le pidió al Chavo lavar la cafetera y éste lo había ‘escurrido’, enseñándole cómo había quedado.
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