Eduardo Yáñez es sinónimo de polémica en México. El actor que inició su carrera en 1981 y desde ese momento se convirtió en uno de los galanes de telenovela más cotizados del miedo y se ganó un espació en el mundo de los melodramas.
Sin embargo, más allá de su talento, lo que más acaparó las portadas de los medios fue su temperamento y prueba de ello es que 2017 golpeó en el rostro a un reportero frente a decenas de cámara y espectadores.
Muchos han indicado que este problema de violencia y temperamento es debido a que Eduardo Yáñez tuvo una dura infancia, así que lo marcó para toda la vida.
En entrevista con Mostse & Joe, el actor mexicano ha confesado que tiene todos los recuerdos que no le han dejado en mi cabeza a pesar de su edad, grandes recuerdos positivos que le han formado como hombre, muy negativos que también le han formado y tienen que ver con lo que es ahora; por lo tanto destacó que está muy agradecido de cada minuto y cada segundo que ha vivido.
LA TRISTE INFANCIA DE EDUARDO YAÑEZ
Con la ausencia de su padre y el peculiar trabajo de su madre como celadora, Yañez estuvo rodeado de violencia desde muy temprana edad, pues pasó gran parte de su infancia en la cárcel.
“Mi abuela la metió a trabajar a ella a la cárcel, mi abuela antes era una cabo y entonces mi mamá entró a trabajar, fue sargento, ahí me llevaba y me quedaba yo a dormir los días que trabajaban y después dormíamos en otros lados, es que ¿con quién me iba a dejar mi mamá, no?, si no tenían posibilidades económicas para tener un lugar o alguien que me cuidara, tenía que llevarme con ella, mi abuela y ella se la barajeaban, ¿no? Y ahí me sacaron adelante como sea”.
Cabe recordar que mientras Eduardo Yañez crecía, la violencia siguió siendo parte de su formación dentro y fuera de su hogar.
“Nosotros éramos chavitos que trabajamos vendiendo gelatinas, paletas, boleando zapatos y siempre había chavos en la otra cuadra que te querían bajar el dinero ya una vez que te lo habías ganado, teníamos que defendernos, no había otra manera más que a golpes, también la disciplina en mi casa mi mamá la implanteaba a golpes, siendo celadora en la cárcel, tenía un carácter muy fuerte y su manera de educarme era a golpes”, reveló.
Fue así que el famoso actor creció sin saber que con los años se convertiría en un exitoso actor, lo que vivió en la adolescencia también marcó su carácter.
“Sí fui terrible también, le entré al cemento, todos pasamos por esa época del barniz y las madererías, conocí a la mala el poder que yo tenía físico, porque me tuve que defender, de ahí en fuera ya cambié completamente y no volví a temerle a nada, imagínate si ahorita a esta edad voy a tener miedo a algo, ni siquiera de la muerte”.