Edith González murió la madrugada de este jueves pero su ardua y valiente lucha contra el cáncer no será jamás olvidada, al igual que su exitosa carrera en las telenovelas mexicanas.
Inició su carrera desde niña y protagonizó populares producciones que la hicieron conocida en todas partes del mundo. Su primera incursión en la televisión fue en 1970, en 'Cosa juzgada', aunque se hizo conocida al participar en la película 'Los Miserables' en 1973, con tan solo cinco añitos.
En 1987, interpretó a Leonela Villareal en Rosa Salvaje, uno de los papeles más reconocidos del inicio de su carrera. Seis años después, en 1993, despegó con su protagónico en Corazón Salvaje, donde encarnó a Mónica de Altamira, pareja del personaje del fallecido actor Eduardo Palomo.
En 1999, interpretó a Esperanza Gamboa Martel en la telenovela Nunca Te Olvidaré. La producción significó otro éxito para la actriz, ya que el público la ovacionó por su actuación.
En el 2001 triunfó nuevamente con Salomé, donde encarnó a una estrella de cabaret de un barrio peligroso de la Ciudad de México. Allí consiguió combinar sus dos pasiones: la actuación y el baile.
Edith González también se destacó en papeles de villana. Solo basta mencionar a sus personajes de Leonela Villareal, Joselyn Rivas, La Extranjera Excéntrica y Doña Bárbara. Este último rol la convirtió en una de las malas más recordadas de la pantalla chica.
En el 2010, la actriz decidió romper su relación laboral de 30 años con Televisa y aceptó la oferta de trabajo de TV Azteca. Su primer protagónico en su nueva casa fue en la telenovela Cielo Rojo, con el papel de Alma Durán de Encinas.
Luego de ser diagnosticada con cáncer de ovario en el 2016 y pasar dos años en tratamiento y recuperación, Edith González regresó a la televisión en el 2018 para encarnar a Katy en la telenovela 'Tres Familias', una extranjera excéntrica que se enamorada del protagonista. Ese fue su último trabajo artístico antes de morir.