“El Chavo del 8” nos ha dejado personajes muy queridos que marcó a varias generaciones. Si bien, los niños de la vecindad se robaban el show con sus travesuras, los otros habitantes, cada cual con una personalidad distinta, también se ganaron el aprecio de la audiencia.
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Uno de ellos fue Don Ramón, un hombre viudo que es el papá de la Chilindrina. Está desempleado y posee una deuda de 14 meses de renta con el señor Barriga, así que intenta evadirlo tan pronto lo ve llegar a la vecindad.
Aunque en algunos episodios se ve dándole dinero a su hija para que se compre algo o vaya a hacerle algunos mandados, no se sabe de dónde saca los pesos, pues se le desconoce un oficio formal y en varias ocasiones ha mostrado desinterés por laborar que se pone de manifiesto a través de frases como: “No hay trabajo malo, lo malo es tener que trabajar” o “¿cómo se te ocurre despertarme a las 10 de la madrugada?”.
Sin embargo, en varios capítulos se le ha visto ejerciendo algún oficio para poder subsistir y sacara adelante a su pequeña. Así que a continuación, te contamos todos los trabajos que ejerció Don Ramón.
Vendedor de globos
En uno de los episodios, el papá de la Chilindrina se dedica a vender globos, generando las burlas de doña Florinda. “¿Así que ese es su estupendo empleo? ¿Como globero?”, le dice la mamá de Quico, pero él le contesta que su oficio verdadero es de “comerciante especializado de artículos folclóricos de consumo infantil”.
Vendedor de churros
En uno de los capítulos, don Ramón hace una alianza con doña Florinda para que ella prepare churros y él los venda. Al final, no logra vender estos dulces porque el Chavo, a quien deja cuidando el negocio, se come todo. Cuando la mamá de Quico le pide que le dé el dinero de las ventas, él se echa la culpa de habérselos comido, generando la admiración de la ‘Vieja chancluda’.
Peluquero
Ante la ausencia del peluquero del barrio, Don Ramón llega a reemplazarlo y cuando sale de su casa para ir a trabajar, su hija no le cree. “Soy fígaro, peluquero”, le responde ante la interrogante de la Chilindrina. El Chavo, quien se encontraba con ella, le consulta si sabe cortar el pelo a lo que él contesta: “Echando a perder se aprende”.
Pintor
Don Ramón se las ingenia para convencer al Señor Barriga que le perdone algunos meses de renta con mano de obra. “Le puedo pintar la mano de obra y ventanas de mi casa”, le dice. Cuando comienza a pintar de color amarillo, el papá de Ñoño le dice que no le gusta porque su vecindad parecerá que tiene hepatitis. Al final, en un altercado, casi todos terminan con el rostro y cuerpo de pintura.
Carpintero
El papá de la Chilindrina empieza a realizar trabajos de carpintería, pero como siempre los niños hacen que todo se complique y le hacen perder la paciencia rápidamente.
Zapatero
Un nuevo oficio ejerce don Ramón y esta vez es el de zapatero, con el que realiza algunos trabajos para los inquilinos, incluyendo al señor Barriga y profesor Jirafales. Debido a que se ausenta un momento de sus labores, el Chavo y Quico utilizan sus materiales y arruinan todo.
Lechero
Ahora, don Ramón se encuentra reemplazando al vendedor de leche que se fue de vacaciones. Cuando va al departamento de doña Florinda diciéndole que es el nuevo lechero, ella se burla diciéndole: “Lo dice como si fuera un trabajo de categoría”, a lo que él responde: “No hay trabajo, lo malo es tener que trabajar”.
Ropavejero
Otro de los oficios que ejerció don Ramón fue el de ropavejero. En este episodio, al no soportar la presencia de Quico y el Chavo, los ahuyenta con un golpe. Más tarde, sin querer golpea con el costal que cargaba al Chavito, quien llora. El papá de la Chilindrina, al revisar dentro encuentra una bola de boliche y se lo muestra, además de contarle que de joven fue campeón de ese deporte.
Más oficios
En la serie televisiva ejerció como abogado, maestro de música, boxeador, entrenador de fútbol, albañil, jardinero, fotógrafo, electricista y muchos otros oficios más.