La genialidad de Roberto Gómez Bolaños no tuvo límites. Y es que para el popular Chespirito nada era imposible, tal como lo demostró en varios capítulos de las series que produjo y que hasta el día hoy nos entretienen. Una de las cosas que hizo magistralmente fue cuando homenajeó al gran dramaturgo de la literatura universal William Shakespeare en “El Chavo del 8”.
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A continuación, te contamos cómo fue la vez que el comediante, guionista, productor y director mexicano utilizó toda su creatividad para homenajear al ‘Bardo de Avon’ en un episodio de la vecindad.
ASÍ FUE EL CAPÍTULO PARA RECORDAR A SHAKEPEARE
Durante la emisión de “El Chavo del 8”, en 1975, se lanzó el capítulo “El cumpleaños de Don Ramón”, en el que debido a malentendidos, el papá de Chilindrina cree que se va a morir y ya no le queda mucho tiempo de vida.
A esto se suma, las constantes preguntas que le hace cada miembro de la vecindad, motivo por el cual piensa que todos saben su triste destino y lo acompañan en su dolor. En su desesperación, el popular ‘Monchito’ entra a su casa y se mira al espejo, pero en lugar de observar su reflejo, mira una calavera.
“¿Se siente mal?” es la interrogante que le hace su hija, Quico, Doña Florinda y Doña Clotilde, sintiendo que cada vez se ve muy mal.
En una escena entra el Chavo y le hace la misma pregunta, es entonces cuando Don Ramón lo mira fijamente, le coge el hombro y le dice: “Tú también Bruto, hijo mío”. Con estas palabras, Chespirito le rindió un homenaje a Shakespeare.
¿DE QUÉ OBRA DE SHAKESPEARE SE TRATA?
El diálogo que pronuncia el papá de la Chilindrina en dicho capítulo forma parte de la obra “Julio César”, escrita en setiembre de 1599, por William Shakespeare, en ella se resalta la crisis moral de la época.
Como se recuerda, la tragedia de Julio César narra sus últimos momentos de vida, antes de ser apuñalado más de 20 veces, luego de que hombres de su entorno más cercano conspiraran contra él.
“Tú también Bruto, entonces muere César”, le dice Julio César a Marco Bruto, a quien quiere como un hijo, y precisamente él termina de matarlo.