La pandemia por coronavirus llevó a que miles de personas de la industria musical cuestionen cómo poder seguir con los conciertos sin correr riesgo de un contagio. Es así que en Newcastle, Reino Unido, miles de personas ya vivieron el pasado 11 de agosto su primer festival musical con distanciamiento social. Un panorama que se veía casi imposible, pero que se hizo realidad con protocolos de bioseguridad.
El músico Sam Fender realizó el masivo show al aire libre ante unas 2.500 personas. Presentó 16 canciones, entre ellos sus nuevos temas como “The Kitchen” o “17 going under”. “Gracias por esta noche, malditas leyendas”, señaló el cantante a sus seguidores.
Según las imágenes que empezaron a conocerse en redes sociales y agencias, en el Virgin Money Unity Arena de Gosforth Park las personas fueron ubicadas en plataformas limitadas con barreras que solo permitían el ingreso de hasta cinco personas.
El diario británico The Sun señaló en una crónica que si bien al inicio los asistentes se encontraban en las sillas, muchos de ellos, al sentir la música, se pusieron de pie y bailaron varias canciones.
Por su lado, los organizadores señalan que para la próxima edición, que se dará el 15 de agosto, las plataformas contarán con sus propias mesas y sillas para asegurarse que los asistentes estén separados y así disminuir el riesgo de un contagio masivo.
“Estamos encantados de participar en la recuperación de eventos de música en vivo a medida que comenzamos a salir del confinamiento”, señaló la directora de marketing de Virgin Money, Helen Page, al citado medio.
Cabe destacar que los asistentes tuvieron que acudir con mascarillas de manera obligatoria, mientras que algunos decidieron llevar máscaras y protectores faciales para mayor seguridad.