El cantante francés Christophe, de 74 años, conocido por superventas como “Aline” y “Les Mots Bleus”, ha fallecido de una enfermedad pulmonar, informó a la AFP su esposa Véronique Bevilacqua el jueves por la noche.
Christophe, amante de la vida nocturna, el juego y los coches deportivos, fue tanto un exyeyé, eternamente enamorado de "Aline", como un músico experimental.
Daniel Bevilacqua, verdadero nombre del artista, fue ingresado en un hospital de París el 26 de marzo por un enfisema y trasladado posteriormente a Brest (oeste).
“Christophe se ha ido. A pesar de la entrega inquebrantable de los equipos sanitarios, sus fuerzas lo han abandonado”, escribieron su esposa y su hija Lucie en un comunicado transmitido a AFP.
Su esposa no ha mencionado la COVID-19 en el comunicado y, contactada por teléfono por la AFP, ha insistido en que ha fallecido “como consecuencia de un enfisema”, una enfermedad pulmonar.
Cuando fue hospitalizado, el periódico francés Le Parisien afirmó que el cantante dio positivo por coronavirus, pero el agente del artista no lo había confirmado.
En 1965 Christophe se hizo famoso con la canción “Aline”, un éxito rotundo de la época. Después este dandi de la música francesa, con su característico bigote y media melena rubia, ha sabido mantenerse en sintonía con los tiempos y su incomparable aura permanecía intacta.
“Conozco mis altibajos”, dijo en diciembre de 2019, para resumir su carrera.
La noticia de su muerte conmocionó al mundo del espectáculo. El compositor francés Jean-Michel Jarre, que había escrito la letra de dos de sus álbumes - y sus temas emblemáticos -"Les Paradis Perdus", 1973, y “Les Mots bleus”, 1974, ha declarado a la AFP que ha “perdido a un miembro” de su “tribu”.
“Era más que un cantante, era un costurero de la canción”, asegura Jean-Michel Jarre, haciendo hincapié en las circunstancias dolorosas de este duelo: “No podemos decirle adiós por culpa de este maldito virus”.
El mundo de la política también le rinde homenaje: “Con la desaparición de Christophe, la canción francesa pierde una parte de su alma”, tuiteó el ministro de Cultura Franck Riester.