Camilo y Evaluna se casaron hoy y poco a poco se van conociendo detalles de la romántica boda que la pareja protagonizó. Uno de los momentos más tiernos de la ceremonia fue cuando el cantante colombiano no pudo contener las lágrimas al ver la entrada de su futura esposa. Los invitados registraron el instante que el intérprete de ‘Tutu’ quedó impactado con la belleza de la también actriz y sus lágrimas empezaron a caer, mientras que Ricardo Montaner abrazaba y dejaba a su única hija en el altar.
La boda de Camilo y Evaluna se desarrolló en Miami. Los artistas tuvieron de testigos a alrededor de 200 personas, quienes también no pudieron evitar derramar algunas lágrimas al ver el amor y la emoción de la pareja mientras decían sus votos matrimoniales.
La mamá de Camilo y hasta el mismo Ricardo Montaner también se emocionaron con la tierna ceremonia en la que tanto Camilo como Evaluna se mostraron más que felices de sellar su amor como hace tiempo estaban esperando.
Previamente a la boda, algunas publicaciones y videos en Instagram se pudo ver los nervios que sentía Camilo. Incluso camino al altar empezó a suspirar y saludaba tímidamente a los invitados.
En otros videos se pudo ver el desarrollo de parte de la boda y en ella se veía a Camilo y Evaluna mirándose muy enamorados y cuando son declarados marido y mujer ambos no pudieron ocultar su felicidad y hasta saltaron de alegría y no dejaron de besarse.
RICARDO MONTANER BAILÓ CON EVALUNA
Uno de los momentos más emotivos de la boda de Camilo y Evaluna se dio durante el primer baile de padre e hija tras la ceremonia en la que la joven artista de 21 años le dio el ‘sí quiero’ al cantante colombiano. Ricardo Montaner y la pequeña Eva se abrazaron en la pista de baile e inmediatamente sonó la canción que el intérprete le dedicó cuando ella era apenas una niña ‘Si tuviera que elegir’.
Inmediatamente, los ojos de Ricardo Montaner se llenaron de lágrimas y abrazó a su hija tiernamente mientras ella hacía lo mismo y le hablaba al oído. Este baile hizo suspirar a los invitados y hasta el mismo Camilo, quien miraba tiernamente a padre e hija disfrutando su momento.