Britney Spears ha mandado a su madre a un lugar no muy agradable, luego de que ella se disculpara públicamente con ella. En una publicación hecha en su cuenta de Instagram, la cantante recordó los episodios que vivió mientras estuvo bajo la tutela de su padre y a su vez no aceptó el acto de expiación de su progenitora, Lynne Spears.
¿Qué dijo Britney Spears?
Britney Spears directamente le dijo a su madre que “se fuera a la mierda”. “Durante 13 años, tuve que reunirme con médicos semanalmente para sacar a relucir mi pasado, ¡lo que empeoró las cosas!” inició su semblanza publicada en redes sociales y que actualmente se encuentra eliminada de su perfil.
“En cuanto a toda mi familia, incluidos mi hermano, hermana, primos, tías, tíos y, maldita sea, toda la audiencia… ¡¡¡estaban drogados o borrachos hasta la médula!!! Yo era la madre santa que tenía miedo de mudarse o sabía que mi papá me pondría en algún lugar si no cooperaba... ¡incluso en Estados Unidos, la tierra de la libertad!”, continuó.
La intérprete de “Toxic” aseguró que pasaron muchos años y que su papá, Jamie Spears, aún la tenía encerrada. “¡Ninguna persona me defendió! ¡Mamá, toma tus disculpas y vete a la mierda!. Y a todos los médicos por joder con mi mente… ¡Rezo para que todos se quemen en el infierno! ¡Bésame el maldito culo de mi madre!”, concluyó.
Las disculpas de Lynne Spears a su hija
Los comentarios de Britney se producen días después de que su madre le suplicara públicamente el último sábado, a través de Instagram, que la perdonara y que la desbloqueara para que puedan conversar.
“¡Lamento mucho tu dolor! ¡Lo he lamentado durante años! ¡Te quiero mucho y te extraño! ¡Britney, en el fondo sabes cuánto te amo y te extraño! ¡Me disculpo por cualquier cosa y todo lo que te haya lastimado!”, escribió la mujer de 67 años.
Britney recuperó su libertad en el 2021
La batalla legal de Britney Spears contra su padre comenzó en junio del 2021 y culminó en septiembre. La jueza Brenda Penny ordenó el fin de la tutela legal de su padre Jamie Spears sobre su fortuna, calculada en unos 60 millones de dólares. Desde entonces, la cantante dijo sentirse libre después de vivir 13 años custodiada, perseguida y torturada por su propio padre.