POR: MIGUEL RAMÍREZ / Periodista de investigación
La contundente denuncia de Susana Guerrero, la exgerente legal de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), será investigada por el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). Según lo denunciado, varias personas vinculadas a Vladimiro Montesinos tienen vínculos con los actuales funcionarios del organismo electoral, que preside Adolfo Castillo.
La investigación del CNM, sin embargo, no ofrece ninguna garantía. Sus miembros fueron los que el año pasado eligieron a Castillo en una controvertida elección, que tuvo claros indicios de favorecerlo y colocarlo en ese estratégico organismo.
Castillo quedó tercero en el examen escrito, pero levantó sus puntos en la entrevista personal. Un protagonista clave para su elección fue Guido Águila, en ese momento presidente del CNM, quien es amigazo del congresista fujimorista Héctor Becerril.
En su propia casa, Águila y Becerril le pidieron a un consejero del CNM que votara a favor de una persona afín al fujimorismo para presidir esa entidad. Hasta hoy, nadie en el Congreso se atreve a investigar dicho encuentro, que fue revelado el año pasado por la periodista Cruz Silva, del Instituto de Defensa Legal (IDL).
Otro organismo que debería ser escrutado es el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), que está por encima de la ONPE. En las elecciones del 2016, recibió muchas críticas. No solo porque sacó de carrera al entonces candidato presidencial Julio Guzmán. También porque bajó la valla electoral de 7% a 5%, lo que salvó al Apra de desaparecer como partido político.
Aún está fresco el recuerdo del nefasto papel que cumplió el JNE en la época de Vladimiro Montesinos, para lograr la tercera elección del expresidente Alberto Fujimori.
Montesinos nombró en ese organismo al vocal supremo Alipio Montes de Oca. Existe un video vergonzoso e inolvidable de cuando Montesinos le ofreció el puesto.
Montesinos, para animarlo, le dijo que un jefe del JNE ganaba 15 mil soles. El magistrado afirmó que lo pensaría y consultaría con su esposa. Montesinos lo increpó:
“No, hermano, ya no lo podemos pensar. Cuando yo le explique a tu mujer, carajo, tu mujer te va a entender, hermano. Yo, aparte de tu sueldo, así sea 10 mil o 15 mil soles, te voy a dar 10 mil dólares mensuales. No va a haber recibo, ni cojudeces, hermano”. “O sea tienes que apoyarme, porque tú tienes un hijo, familia, esas cosas. Ese dinero ya tú lo manejas como te dé la gana. Para mí no vas a firmar nada. Vienes todos los meses, nos reunimos y yo te entrego un sobrecito y se acabó. A tu hijo, a tu mujer, a todos les voy a dar seguridad, hermano, a toditos. Vamos a ponerte un carro blindado”.
Así compraba conciencias Montesinos. Montes de Oca no fue el único. Lo mismo hizo con otros cuatro magistrados del JNE, que terminaron presos.
La historia nunca se olvida. Nos vemos el otro martes.
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