Indignación causó la liberación de Adriano Pozo Arias (26), ‘El calato pegalón’, tras recibir solo un año de prisión suspendida por golpear de forma salvaje y arrastrar de los pelos a su enamorada Arlette Contreras (27) en los pasillos de un hotel de Ayacucho, en el 2015. La agresión del sujeto, que estaba desnudo, fue grabada por las cámaras de seguridad.
La Corte Superior de Ayacucho, integrada por los jueces María Pacheco Neyra, Nazario Turpo Coapaza y Edgar Sauñe de La Cruz, desestimó la denuncia fiscal que acusaba a Pozo Arias de intento de feminicidio (asesinato de una mujer) y violación, pues ‘no había pruebas suficientes’. Solo se le condenó por lesiones leves.
“La condena crea un mal precedente. ¿Esto significa que en el Perú, una mujer debe estar muerta para conseguir justicia?”, preguntó el abogado Roberto Miranda.
NO TODO ESTÁ DICHO
Miranda dijo que el sentenciado no puede ‘cantar victoria’, pues la apelación de Arlette llegará a la Corte Suprema de Lima, donde se designarían a otros jueces para un nuevo juicio. “El feminicidio tiene una condena no mayor de 25 años y el intento debe ser sancionado de manera gradual por el juez, mínimo 10 años”, precisó.
Arlette señaló: “Ahora la prisionera soy yo. No sé cómo va a ser mi vida de hoy en adelante, puedo esperar cualquier cosa de una persona que ha intentado matarme”. Denunció que desde el inicio del proceso, todo fue “sucio y corrupto”.
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