El Ministerio Público culminó con el proceso de identificación de las víctimas un día después de ocurrida la tragedia. (GEC)
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Fue un infierno en un callejón sin salida. Quedaron unos encima de otros y todos apiñados sobre la escalera que daba a la puerta. Lucharon por salvar sus vidas, pero no pudieron. Fueron 17 pasajeros, entre ellos ocho mujeres, cinco varones, dos niñas y dos niños, las víctimas del dantesco incendio ocurrido la noche del domingo, en una unidad de la empresa ‘Inversiones SAJY Bus’, cerca de lo que era el ‘Terminal Fiori’, en San Martín de Porres.
Además de las víctimas mortales, 14 resultaron heridos. El resto de ocupantes, un total de 24, salvaron de morir, pero cuentan una sola historia: todo el bus, por dentro, olía a gasolina. Para ellos, ese sería el motivo de la tragedia.

“Cuando puse mis maletas en la bodega, vi varias galoneras y cuando subí al segundo piso para poner las maletas de mano, también olía”, fue el testimonio de José Alberto Olivos (70), quien perdió a toda su familia.

Así como él, Roberto Honorio Portal (67) contó una historia similar después de ver morir a su esposa Graciela Puicón Zegarra (63) y terminar hospitalizado por inhalar humo tóxico.
Testimonios como los de ellos se repitieron ayer en la Morgue de Lima y en el lugar de los hechos, entre las calles Terminal Fiori y Fonía.

Otros sospechaban que en el ómnibus había galoneras con combustible para abastecer a otras unidades en el camino. Se sabe que otras empresas harían esto.

“No se sabe cómo empezó, pero el bus comenzó a arder por la parte posterior y en cuestión de segundos estaba todo quemado. Parecía una nube negra”, dijo un testigo.

UNA GALONERA

Ayer, los agentes de la División de Investigación de Delitos contra el Estado de la Dirincri acudieron al lugar de la tragedia con Rodolfo Silva Coronado (46) y José Quintana Barturén (51), chofer y copiloto del bus, respectivamente, que estaban intervenidos.

En la inspección, los detectives hallaron parte de una galonera. Sin embargo, Silva señaló que era para almacenar agua durante el camino.

Pese a las versiones de los sobrevivientes, la policía maneja con cautela la posible causa del siniestro.

“Un testigo dijo que olía a combustible y luego a terokal, sin embargo, no hemos podido encontrar el tipo de evidencias que él manifiesta”, precisó el coronel Víctor Montoya, jefe de esa unidad.

PARTE POSTERIOR

Los agentes establecieron que el fuego comenzó en la parte posterior del segundo piso del vehículo, de placa C4L-966, el cual funciona con petróleo y estaba a punto de partir con rumbo a la ciudad de Chiclayo.

Los investigadores observaron que al lado del faro, pero por dentro, estaba el sistema de aire acondicionado. “El vehículo estaba encendido por el aire acondicionado, por los pasajeros que iban subiendo”, precisó el coronel Montoya.

En el lugar se recogió, completamente quemada, una caja metálica que es parte de este sistema y serviría para la expulsión del aire acondicionado. Según los choferes, hace 20 días habría recibido mantenimiento.

No se descarta un recalentamiento, una chispa o un cortocircuito, pero no en el motor, pues este quedó intacto.

NO HUYERON

Los choferes señalaron que utilizaron dos de los tres extintores que había, pero no pudieron sofocar las llamas. “Ayudamos a bajar a varios pasajeros, pero luego nos llevaron a la comisaría”, acotaron, a la vez que dijeron que era la segunda vez que fueron a recoger pasajeros a ese sitio porque la empresa lo programó así.

HERIDOS

De los 14 heridos, la más grave es Lili Torres Goycochea (38), quien permanece conectada a un ventilador mecánico por haber inhalado humo tóxico. Ella se encuentra internada en el hospital ‘Cayetano Heredia’

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