Terremoto en Ecuador: videos y fotos del trauma que el país vecino lucha por superar.
Terremoto en Ecuador: videos y fotos del trauma que el hermano país lucha por superar - 1

El terremoto en Ecuador que abofeteó durante un eterno minuto al país hermano lo ha dejado devastado. El sufrimiento se ve en todo lado al que uno dirige la mirada. Y no es para menos: el sismo de 7.8 grados, si hablamos de cifras, ha dejado más de 570 personas muertas, 5700 heridas y aún decenas de desaparecidos.

Pero el terremoto en Ecuador del sábado solo fue el primer sacudón. Hasta ahora, cuatro días después, ha habido 575 réplicas. Muchas, muy fuertes, similares con intensidades cercanas al terremoto original.

Específicamente, el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional indicó que, a algo más de 93 horas del sismo principal, las réplicas del han sido de distinta magnitud, aunque la más fuerte ocurrió esta madrugada, con una magnitud de 6,3 en la escala de Richter.

PANORAMA DESOLADORTres días después del feroz terremoto que estremeció a Ecuador, miles aguardaban resignados los cuerpos de sus familiares para poder despedirse por última vez. Otros, optimistas, continuaban a la expectativa de que rescatistas hallaran a los suyos.

El presidente dijo el miércoles que la cantidad de fallecidos, hoy de 575, seguirá aumentando, aunque a menor ritmo.

“Esto es dolorosísimo, hemos llorado a nuestras víctimas y hay que seguirlas llorando, pero que esas lágrimas fertilicen el suelo del futuro”, aseguró en rueda de prensa. “Vamos a salir adelante y vamos a salir fortalecidos”.

>> Terremoto en Ecuador : El mandatario izquierdista de 53 años, que gobierna Ecuador desde el 2007, agradeció la pronta ayuda internacional, pero dijo que la mejor muestra de solidaridad era visitar el país.

“Hoy necesitamos más que nunca esos ingresos del turismo”, dijo sobre la actividad que el año pasado le dejó unos 1.700 millones de dólares a la pequeña nación.

COMIDA POR FAVORLas imágenes de destrucción se repetían a lo largo de los más de 200 kilómetros de litoral afectado: sobre calles en las que solían levantarse casas, edificios y hoteles, ahora se apilaban toneladas y toneladas de escombros.

En Portoviejo, el incólume estadio de fútbol servía de centro de acopio, improvisado mortuorio y de morada para evitar que los lugareños volvieran a pasar la noche a la intemperie por temor a las incesantes réplicas, que ya sumaban más de 540.

La madrugada del miércoles, un fuerte temblor de 6,1 de magnitud azotó nuevamente la zona cero despertando a miles que, despavoridos, salieron de sus casas, recordando el terremoto del sábado.

>> Terremoto en Ecuador :

“No te puedes imaginar el susto”, dijo María Quiñónez, de 25 años, mientras esperaba en Pedernales por víveres. “‘¿Otra vez?’, pensé. Salimos corriendo hacia espacio abierto”.

A pesar de que la más reciente serie de sismos no generó más destrucción, se produjeron algunos desmoronamientos de estructuras dañadas y algunas carreteras terminaron de cuartearse, lo que complicaba la labor de los rescatistas.

Muchos pueblos aún no recibían víveres, y algunos damnificados viajaban a otras localidades cercanas para poder conseguir algo de comer, aunque tan solo fuera una fruta.

A la vera de la carretera entre Pedernales y Cojimíes, tres niños sostenían carteles que rogaban: “comida por favor”.

Correa aclaró que la ayuda sobraba, lo que estaba fallando era la distribución.

“ESTO VA A TOMAR AÑOS”Pasadas más de 72 horas del mortífero terremoto, el Gobierno se concentraba en reubicar damnificados. Hasta la mañana del miércoles, habían sido albergadas más de 23.500 personas.

En paralelo, especialistas analizaban las edificaciones para determinar cuáles debían ser demolidas y cuáles no.

Rafael Correa detalló que la infraestructura pública soportó con mayor éxito que la privada el fuerte sismo y que la reconstrucción de colegios, hospitales y carreteras era prioridad.

El secretario de la Administración Pública, Pedro Solines, había dicho más temprano que la restauración de los pueblos devastados podría tardar hasta cinco años.

Y el presidente fue tajante al declarar que la labor no era fácil.

“No es que después de tres meses vamos a tener 10.000 viviendas para los damnificados. Esto va a tomar años”, dijo explicando que algunos pueblos serían completamente reubicados.

Los cientos de rescatistas y los 14.000 efectivos de seguridad, desplegados para mantener el orden, empezaban a usar mascarillas para combatir el intenso olor a descomposición.

Pero las autoridades llamaron a la calma y aseguraron que, por el momento, no se había detectado la presencia de vectores, como mosquitos o roedores, que puedan transmitir enfermedades y aseguraron que los cuerpos recuperados estaban siendo retirados por sus familiares.

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