Un final feliz. El respirador artificial que buscaban intensamente los padres de Valeria, una niña de 3 años que depende de este aparato para vivir, fue devuelto por el taxista luego de ver que lo habían olvidado tras abordar su unidad el pasado domingo en el Terminal Pesquero del Ventanilla.
Juan Zevallos se acercó hasta el Hospital del Niño, en Breña, donde se encuentra internada la pequeña Valeria e hizo entrega a los médicos del nosocomio del equipo valorizado en más de 8 mil dólares tras escuchar la difusión del caso en los medios de comunicación.
“Me di cuenta días después, pero los resultados fueron buenos. Para mí esto es muy gratificante. Voy tres años como taxista y mi carro es alquilado”, declaró el honrado taxista a las cámaras de RPP Noticias.
Lubby Cotrina García le agradeció por el noble gesto que tuvo y “por devolverle la vida a mi niña”. “Lo hemos buscado desde el domingo. No todas las personas tienen este acto humanitario que usted tiene", dijo.
Para el taxista, según sus palabras, le basta con saber que la niña se encuentra estable para tranquilidad suya. “Quisiera saber, para estar bien con mi conciencia, que la niña se encuentra recuperada. Porque eso es lo más importante”, afirmó.
El respirador artificial que usa Valeria solo era de utilidad para ella, que padece del síndrome de moebius e insuficiencia respiratoria. “Es parte de su vida, necesita estar conectada”, había señalado a Trome la madre, Lubby Cotrina García (40).
VOLVER A LA PORTADA DE TROME.PE
Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.