Dejó su comunidad en la zona de nuestra frontera con Brasil para irse ‘a la ciudad’ buscando un futuro mejor. Fue muy difícil, sin familia y sin saber español, pero Roldán Tumi Dësi (30) no desistió. Logró graduarse entre los mejores de su universidad y hoy es el primer matsés licenciado en Antropología del Perú.
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“Somos seis hermanos, tres varones y tres mujeres. Yo soy el quinto. El mayor este año está sustentando su tesis y el menor está en el colegio. Mi padre falleció cuando yo tenía 13 años y soy el único hijo que está fuera de la comunidad. Como integrante del pueblo indígena matsés, pasé momentos muy duros la primera vez que vine a Iquitos para estudiar en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP). No entendía ni hablaba bien el castellano, apenas algunas palabras y saludar”, contó Roldán Tumi a Trome.
El idioma frustraba su avance y recordó que llegaron a ponerle cero o máximo sacaba once. Algunos le dijeron que deje la carrera y por momentos pensó ‘tirar la toalla’, pero su tío Andrés Bai, profesor en su colegio, le animaba a seguir estudiando.
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‘Lee, lee... y estarás aprendiendo’
Y se aferró a los libros’, siguiendo también el consejo de un amigo antropólogo al que conoció al poco tiempo de dejar la comunidad de Buenas Lomas Antigua, en el distrito de Yaquerana, provincia de Requena (Loreto). Así, en el 2019, con firmeza ya afirmaba: “lee, lee, lee. Y sin que te des cuenta, estarás aprendiendo”.
Además, como muchos, Roldán Tumi tuvo que combinar estudios con trabajo para poder costear sus estudios, pues aunque por un tiempo una organización de jóvenes indígenas lo apoyó para su alimentación y alojamiento, requería también pasajes y materiales de estudio. Lejos del hogar era más difícil, además del español que debía dominar.
Trabajó limpiando y pintando hasta que consiguió beca
“Trabajé limpiando y pintando casas, me pagaban 20 soles y algunos 50 al saber mis metas, así seguí estudiando”, contó a Trome.
La lectura fue clave y poco, además de aprender el castellano, fue subiendo sus promedios. Se enteró de que podía postular a la Beca Permanencia de Pronabec (dirigido a jóvenes de universidades públicas, con buen rendimiento académico y escasos recursos económicos, que da a los ganadores subvención mensual de alimentación, mensualidad y útiles) y la consiguió.
“Nunca había recibido una beca, pero al tenerla ya pude dedicarme solo a estudiar”, afirmó.
Su investigación
Sustentó su investigación sobre el uso medicinal y ritual del veneno del sapo acate en la comunidad nativa matsés Buenas Lomas Antigua, en Requena. Señaló que de los casi 450 indígenas matsés de esa comunidad, apenas cinco conocen aún cómo aplicar el veneno de este sapo. “Espero que mi tesis sirva para que las siguientes generaciones conozcan y preserven este saber ancestral”, declaró.
Además, contó que ahora está trabajando un proyecto de investigación en Iquitos, Conoce Ayacucho, Cusco y estuvo de paseo en Lima.
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Sepa que:
- En su comunidad solo hablan la lengua matsés.
- Empezó a estudiar inglés, por falta de dinero solo pudo unos meses, pero buscará retomarlo.
- Quiere elaborar proyectos sociales y culturales en favor de su comunidad.
- Acaba de postular a una beca para estudiar maestría una en Ecuador y espera resultado.
- Le gusta el pescado asado con plátano asado, y el majado fresco cocinado con yuca cocida y plátano.
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