El heredero al trono de Tailandia, príncipe Maha Vajiralongkorn, es más conocido por su vida privada y sus viajes, pero cuando la salud de su padre se deterioró, adoptó un papel mayor en la vida política de este reino del sureste asiático.
Todas las miradas ahora convergen en el príncipe de 64 años de edad, tras la muerte este jueves de su padre, el rey Bhumibol Adulyadej, de 88 años, el monarca que más tiempo ha reinado en el mundo.
Además de heredar una de las monarquías más ricas, se verá protegido por las más rigurosas leyes del planeta contra la difamación de personalidades reales.
Pero el príncipe, dos veces divorciado, también se convertirá en el jefe constitucional de un país polarizado, atrapado en un ciclo de golpes de Estado, protestas y violencia política.
Bhumibol fue adorado por sus súbditos, considerado por muchos una figura semidivina, y sus reglas regían la vida de los tailandeses.
Maha Vajiralongkorn aún no ha alcanzado tanta popularidad como su padre y, a diferencia de éste, no está clara su capacidad para convertirse en un elemento unificador por encima de las luchas políticas.
UN EXCÉNTRICO PLAYBOY
Nacido el 28 de julio de 1952, Maha Vajiralongkorn completó su educación secundaria en Gran Bretaña, ingresó luego en la real universidad militar de Australia y finalmente al ejército de su país.
También ha desarrollado su pasión por volar, y tras instruirse en Estados Unidos ha pilotado aviones de combate en Tailandia y de la compañía aérea nacional Thai Airways.
Poco se ha informado hasta ahora sobre él por temor a violar la estricta ley de difamación real, que restringe los comentarios sobre la monarquía. Esta ley prevé penas de hasta 15 años de prisión por difamar al rey, la reina, al heredero o regente.
Los expertos dicen que la clara intención del príncipe heredero de hacer cumplir la legislación de lesa majestad ilustra mucho sobre su visión de la monarquía.
En diciembre de 2015 tuvo lugar la segunda "bicicletada" en masa.
Sin embargo, estos eventos fueron manchados por un escándalo de corrupción, en el que fueron acusados altos funcionarios, incluyendo al ejército y la policía, y de lesa majestad por supuestamente utilizar sus contactos con el príncipe para sacar provecho de los acontecimientos.
Dos de estas personas, incluido un adivino que fuera cercano al príncipe, murieron bajo custodia militar días después de su detención.
Este turbio episodio tuvo lugar varios meses después de la caída en desgracia de la exmujer de Vajiralongkorn, la princesa Srirasmi, en otro escándalo que reveló al público las intrigas palaciegas.
Al menos ocho familiares de la exprincesa fueron encarcelados por cargos de lesa majestad, incluidos sus ancianos padres, su hermana mayor, su cuñado, dos hermanos y un sobrino.
Srirasmi no fue encarcelada, pero sí despojada rápidamente de su título real y se divorció del príncipe. La pareja se había casado en 2001 en una ceremonia privada. Srirasmi dio a luz un hijo varón, Dipangkorn Rasmijoti, cuatro años después.
El príncipe heredero tiene también una hija de un primer matrimonio, en 1977, con su prima hermana la princesa Soamsavali Kitiyakara, que terminó en divorcio en los años 1980.
Maha Vajiralongkorn pasa largo tiempo en el extranjero, especialmente en Alemania, donde su Boeing personal fue retenido brevemente en 2011, a causa de una disputa financiera entre el gobierno tailandés y una empresa alemana.
Ahora enfrenta en su casa el difícil reto de dirigir la monarquía de una nación dividida, donde la mayoría de la población no ha conocido a otro rey que su padre.