Aunque todos lo creíamos inmortal, un día decidió morir. Avelino Chávez, el personaje más entrañable e icónico del centro de Lima, dejó de existir el último miércoles a consecuencia de una afección pulmonar. Ingenioso para las frases, alguna vez dijo: ‘En este país nos faltan héroes y nos sobran villanos’. Tenía razón.

La última vez que nos vimos fue en una pollería frente a la Plaza de Armas, hace menos de seis meses. Estaba más viejo, más ciego, más cansado. Pero pagaba sin chistar ese precio que le exigía la fama: los selfies a discreción. La pulcritud en su peinado y su vestuario era el mismo que conservaba desde hace más de 25 años. Vivía su personaje al límite y a uno lo enternecía. Era ‘Superman’ hasta cuando comía. Al enterarse de su muerte, un amigo me contó: ‘Trabajamos juntos como guardianes. Avelino se ponía su uniforme de vigilante y encima su capa roja. Lo botaron de la empresa porque no quería quitarse esa prenda que no iba con nuestro uniforme’.

Aquella vez que nos reunimos estaba preocupado. El glaucoma, su principal enemigo en el ocaso de su vida, le estaba ganando la batalla. El saber que no vería más a su familia lo angustiaba. ‘Tampoco podré ver mis películas, mis revistas, ni las grandes obras de arte’, me dijo mientras mordía un trozo de pollo.

-¿Está resignado?-, pregunté.

-No, no estoy resignado. Lloro en mi casa, me siento impotente ante esta enfermedad.

Superman del Jirón de la Unión siempre ofrecía una sonrisa amable a quienes lo veían con sorpresa. (GEC)
Superman del Jirón de la Unión siempre ofrecía una sonrisa amable a quienes lo veían con sorpresa. (GEC)

Tenía el corazón grande, por eso amó a varias. Una de sus principales armas –lo decía siempre- era la lengua o el lenguaje, para no provocar malos entendidos. ‘Tuve muchas chicas, me enamoré de varias. No me concentré en ninguna porque a todas las quiero’, reveló aquella tarde en que lo vería por última vez. La debilidad de este ‘Superman’ ‘made in Perú’ no era la kriptonita, sino las mujeres. Por eso cuando podía aconsejaba a los ‘pulpines’ del Jirón de la Unión: “Siempre debe haber un buen menú en la mesa y un buen ‘potaje’ en la cama”.

-Y finalmente se quedó soltero...

-Nunca encontré a mi ‘Superchica’.

-¿No le asusta la soledad?

-Solo me asusta quedarme ciego.

Aunque tuvo una vida difícil, Avelino Chávez afrontó como un verdadero ‘superhéroe’ cada obstáculo: la pobreza, la enfermedad, la soledad, el olvido. No había derrota en sus palabras, ni siquiera resignación. Nunca un hombre calzó tan bien en un personaje de historieta. Su capa roja, sus botas negras, su camiseta azul, el cabello engominado y los lentes de carey de marcos gruesos lo hicieron parte del paisaje del centro histórico. Un centro histórico que ha perdido a uno de sus residentes más queridos y solicitados, el que paradójicamente se despedía siempre diciendo: ‘A luchar por la justicia y el amor’.

Y así, uno pierde un poquito la fe: si hasta los ‘superhéroes’ mueren, qué nos espera a nosotros. Vuela alto, ‘Superman’. En estas páginas naciste y en estas páginas te despedimos.




tags relacionadas

Contenido sugerido

Contenido GEC