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Snapchat no solo es una de las redes sociales del momento, sino que acaba de convertirse en una importante herramienta para ayudar a las autoridades a resolver crímenes, como acaba de ocurrir recientemente en Estados Unidos con un caso de abuso sexual.
El martes, Rashad Deihim (21) y Kailyn Bonia (20) fueron hallados culpables de intento de violación, ataque indecente y ataque a golpes a una joven, así como de secuestro. El primero de los mencionados también recibió cargos por exposición indecente de la víctima, que tiene 16 años.
El acto, que ocurrió en una zona de arbustos a las afueras de una escuela primaria de Saugus, Massachusetts, en septiembre de 2014, fue grabado y distribuido vía Snapchat luego de que Tim Cykowski, un amigo de Deihim y Bonia, se declararon culpables de registrar el crimen a través de la app.
Tim Cykowski envió los videos tomados en Snapchat a un amigo, Syndee Enos, que conocía a todas las partes involucradas y tenía las capturas de pantalla de los videos que había visto en la plataforma de mensajería, los cuales habrían desaparecido debido a la naturaleza de almacenaje efímero de la app.
Syndee Enos y su madre alertaron a la Policía, que encontró a la víctima desnuda y “muy drogada” en los arbustos, según manifestó Carrie Kimball Monahan,, directora de comunicaciones de la Oficina del Fiscal del Distrito de Essex (Estados Unidos).
De acuerdo con Kimball Monahan, el uso de Snapchat en este caso en particular ayudó a la salvar la vida de la víctima, que estaba tan drogada que se le tuvo que administrar en dos ocasiones un medicamento que contraataca los efectos de los opiáceos que había ingerido.
Tanto Syndee Enos como su madre testificaron en el juicio sobre el contenido de los videos de Snapchat y mostraron las capturas de pantalla al jurado, las cuales fueron determinantes para corroborar la historia de la víctima. Este 6 de septiembre se emitirá la sentencia contra Deihim y Bonia en la Corte Superior de Salem (Estados Unidos).
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