¡Matemáticamente genial! El hablar de matemáticas es hablar de un tema odiado muchos niños y adultos en el mundo entero. Esta asignatura es una tortura para muchas personas que cursan la edad escolar. Pero existe un sistema innovador que está transformando por completo las sumas, multiplicaciones y ecuaciones en el mundo entero. Ese sistema se llama Smartick y ya se puede emplear en Perú.
Conversamos con Javier Arroyo, uno de sus creadores y dejó una gran lección para todos aquellos que desean salir de la rutina y emplear la inteligencia artificial para aprender matemáticas.
¿Por qué se creó el Smartick?
"Fueron por tres necesidades: Malos resultados en las matemáticas, Los malos resultado en las pruebas PISA en los países de habla hispana y por ser nuestra asignatura favorita".
Javier Arroyo también menciona que son más de 32 mil niños los que se han visto beneficiado con el Smartick en todo el planeta. "En los lugares donde aplicamos el Smartick, los alumnos mejoraron en un 83% sus notas", dice Arroyo.
¿Es para el colegio o una persona particular?
"En España hemos estado entre 10 a 15 colegio y donde los alumnos mejoraron sus notas en matemáticas".
El novedoso método de Smartick incorpora Inteligencia Artificial y Gamificación para poder lograr los mejores resultados en los niños que han podido probar el sistema y obtener grandes resultados en el mundo entero.
Smartick es un método que ha ayudado a más de 32 mil niños en 100 países de todo el mundo a aprender matemáticas. Si a tu hijo se le dificulta este curso en el colegio no te pierdas la nota.
¿Qué diferencia al Smartick de otro métodos?
Javier Arroyo hace la siguiente lista:
1. Inteligencia Artificial propia y la más avanzada que existe.
2. Smartick analiza y estudia la forma de razonar y de resolver los problemas de cada niño en tiempo real.
3. Desarrolla un plan de estudio uno a uno con los niños.
4. Smartick analiza cada situación del niño en tiempo real haciendo más llevadera la resolución de problemas matemáticos.
5. Smartick tiene la capacidad de adaptarse al perfil de cada niño.
“Para nosotros resulta claro que el camino no es repartir masivamente tablets y computadoras en los salones, sino incorporar la tecnología en función de las necesidades de los niños y sus motivaciones. De lo contrario seguiremos alimentando las estadísticas negativas de las prueba PISA, aunque contemos con la última generación de computadoras en el aula”, manifiesta Javier Arroyo.