Peruano que se respeta. Sin ser aquel temible Tiranosaurio rex, un gracioso y divertido dinosaurio se desliza en un skateboard por las calles empinadas de Villa El Salvador. En este particular traje, el skater Jairo Choque Sulca (23) sorprende con sus maniobras y trucos a los niños e impulsa de un modo divertido la práctica de este deporte. Es conocido en su barrio como ‘Dino Skate’ porque suele realizar giros y saltar por los aires vestido con su disfraz verde. Los niños al verlo tratan de imitarlo y ese es su modo, cuenta él, que los menores se diviertan, se alejen de las drogas y la delincuencia y practiquen el deporte del skateboarding.
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“Muchos creen que los skaters somos personas sin oficio, y no es así. Yo trabajo y estudio administración bancaria, y también practico este deporte. Los niños al verme con el disfraz buscan hacer otras piruetas y trucos, y se divierten sanamente”, cuenta el deportista.
A sus 23 años, Choque ha sido premiado por la mejor maniobra en algunos campeonatos de skate en los distritos de San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo, Villa El Salvador, entre otros. Destaca también por practicar el ‘downhill’, que consiste en descender en avenidas cuesta abajo llegando alcanzar velocidades hasta 50 km/h o ‘gring’, que trata sobre saltar en la patineta sobre el borde de una banca, muro o baranda manteniendo el equilibrio y evitando caerse.
“Uno de mis sueños es entrenar con el skater peruano Ángelo Caro, sé que es difícil porque él está en la federación y por eso entreno con mucha disciplina y responsabilidad todos los fines de semana”, contó el joven.
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Peruano que se respeta. En una carretilla con globos y vestido como el payasito ‘Rokisito Show’, el artista Carlos Fernández Fernández (30) no solo arranca carcajadas cuando interpreta a su personaje, sino que prepara el mejor cebiche de pota y siete colores de todo Chorrillos. Como buen peruano, Fernández se las ingenió para cautivar con creatividad a sus clientes del barrio de Cocharcas Bajo, que terminan satisfechos por los sabrosos platos y por su buen humor.
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El ‘Payasito Cebichero’, como es conocido, madruga a diario en el Terminal Pesquero de Villa María del Triunfo para comprar pota, merluza y mariscos. También cebolla, limón, canchita serrana, choclo, ají limo, bofe para la chanfainita y tallarines. Antes del mediodía abre su puestito y a cada persona que pasa le cuenta un chiste para invitarlo a probar el menú. “No solo vienen por los precios, sino por la buena sazón. Mi combinado de chanfainita, tallarín y cebiche cuesta siete luquitas, igual que el cebiche de pota con chicharrón. También ofrezco dúos y tríos marinos a 12 y 15 soles”, contó.
Para vender su clásico cebiche de pota, Fernández escoge el pescado más fresco y le agrega un secretito especial, que ha vuelto este plato el más pedido por sus vecinos. “Hay que tener buena mano para vender cebiche porque hay que conocer el punto exacto del ají. Yo aprendí a cocinar gracias a mi mamá Martha, que me enseñó desde pequeño”, cuenta. Asimismo, este emprendedor maneja un mototaxi en la asociación Ariosto Matellini y divide su tiempo entre sus shows artísticos y pasar tiempo en familia con su madre, su enamorada Milagros Chávez (25) y su pequeño Uziel Chávez (3).
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