El Capítulo de Ingeniería Civil y la Comisión de Riesgos y Desastres organizaron la conferencia “Vulnerabilidad en viviendas de albañilería”, en la cual se dio a conoce el lanzamiento de una plataforma de vulnerabilidad sísmica para alertar sobre daños en edificaciones y población en caso de sismos.
El Ing. CIP César Torres Chung resaltó la importancia del evento, debido a que nuestro país es altamente sísmico. “Estamos expuestos a que ocurra un evento sísmico de gran magnitud, que pueda generar un gran daño. En ese sentido, se tiene que continuar haciendo estudios de prevención para evitar daños sobre las edificaciones y la población”.
Acto seguido, el decano Roque Benavides, quien se hizo presente virtualmente desde el Consejo Departamental de la Libertad, aseguró que el tema de la conferencia ha cobrado relevancia tras el terremoto de Siria y Turquía, en el que numerosas construcciones colapsaron. Y en un país como el Perú, donde hay mucha auto-construcción, se requiere tomar medidas preventivas y estar bien informados.
Luego, el ingeniero Daniel Quiun desarrolló su exposición durante cerca de una hora. “La vulnerabilidad sísmica se debe a que estamos en una zona donde se producen sismos con cierta frecuencia, algunos bastante destructivos. Las construcciones que presentan alta vulnerabilidad sísmica están en zonas muy cercanas a la producción de sismos y presentan vulnerabilidad debido materiales de baja calidad o edificaciones mal construidos”, explicó el ingeniero.
Ante la pregunta de si es posible calcular la vulnerabilidad sísmica de una edificación, el expositor dejó en claro que los ingenieros civiles están formados profesionalmente para determinar qué tan vulnerable es una construcción, mediante metodologías para analizar la resistencia y características del diseño.
De otro lado, el colegio de Ingenieros del Perú - Consejo Departamental de Lima vivió una noche para el recuerdo, con la ceremonia de puesta en servicio de su nueva sede institucional. Esta se ubica en el cruce de las calles Marconi y Barcelona, en el distrito de San Isidro, donde el CIP-CDLima viene funcionando desde 1993.
La nueva sede consta de cuatro pisos y cuatro sótanos, en los cuales hay un auditorio, una sala para reuniones y eventos, dos comedores, salas de reuniones o co-working, numerosas oficinas, así como nuevas áreas de estacionamiento. Todos estos ambientes han sido debidamente equipados con tecnología de punta.
“Si tengo que elegir una palabra para resumir lo conseguido es continuidad, porque a pesar de las diferentes perspectivas que cada gestión haya aportado, siempre ha prevalecido el proyecto de crecer, ordenada y sosteniblemente. Esta manera de proceder debe ser un ejemplo no solo para las administraciones venideras, sino también para otras instituciones del Perú”, sentenció Benavides.
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