Una sonrisa cínica dibuja su rostro. Tiene tal descaro que hasta pide un cebichito a los policías que la interrogan. Así es Shirley Silva Padilla (22), ‘La Gata’, quien no se arrepiente de haber asesinado a balazos a su amigo Diego Marticorena Chombo (21) y Fredy Marcas Elías (28), propietario de un chifa en San Juan de Lurigancho.
Shirley Silva Padilla fue llevada ante la jueza del Poder Judicial Lima Este, que evaluaba el pedido del fiscal para imponerle 9 meses de prisión preventiva.
Luciendo una blusa que solo le cubría los pechos, su casaca abierta y jeans, Shirley Silva Padilla se mostró desafiante y distraída, como si no le interesara la diligencia y su posible ingreso a la cárcel.
Junto a ella se encontraba Francisco Alhuay Carrillo, su amante, quien la acompañó la noche del doble crimen.
MAMÁ Y PAPÁ
El fiscal del caso, Offir Huaytalla, se reafirmó en su pedido de 9 meses de prisión preventiva y recordó la declaración de la asesina.
Shirley Silva Padilla contó que hace seis meses le cortó a su padre la oreja con una botella rota. Afirmó que su progenitor es esquizofrénico y siempre le pegaba a su mamá.
Añadió que tampoco se lleva con su madre, a quien reprochó haber tenido seis hijos, uno de ellos fallecido. Además, refirió que un día salió en defensa de su hermano y le cortó la mano a un profesor con un vidrio.
Según un audio, Shirley Silva Padilla indicó que a su amigo le disparó ‘sin intención’ y al chifero, porque ‘cerró la puerta de su local’. De ninguno de estos crímenes dijo estar arrepentida. Su delito puede ser castigado con una pena que va de 15 a 35 años de prisión.