Sagrada imagen del Cristo Moreno tendrá otras cinco salidas
Sagrada imagen del Cristo Moreno tendrá otras cinco salidas

Una enorme cadena de globos blanquimorado que se elevó al cielo dio aviso: el Señor de los Milagros volvió a salir a las calles de Lima. Miles de fieles se congregaron desde temprano en los alrededores de la Iglesia de las Nazarenas, en el Cercado, para acompañar la primera procesión del Cristo Moreno en este 2025, en un recorrido que simboliza la fe de todo un país.

Desde las 6 de la mañana, los devotos vestidos de morado formaron un mar humano que llenó la avenida Tacna, mientras se entonaba el himno al Cristo de Pachacamilla. Algunos llevaron flores, otros velas o réplicas pequeñas del Señor. “Vengo cada año a agradecer por la salud de mi familia”, dijo entre lágrimas María Espinoza, una mujer de 68 años que llegó desde Villa El Salvador.

Miles de feligreses madrugaron para acompañar al Cristo de Pachacamilla
Miles de feligreses madrugaron para acompañar al Cristo de Pachacamilla

El recorrido y las siguientes salidas

Exactamente, desde el mediodía, salió la imagen en procesión
Exactamente, desde el mediodía, salió la imagen en procesión

La imagen partió del Santuario de las Nazarenas rumbo a la avenida Emancipación, siguió por Jirón Chancay y Jirón Conde de Superunda, para luego avanzar hacia la Plaza Mayor de Lima. Durante su trayecto, efectivos de la Policía Nacional y brigadistas de seguridad del Arzobispado acompañaron el paso del anda, que pesa más de una tonelada y es cargada por las hermandades moradas.

El Arzobispado de Lima informó que el Cristo Moreno volverá a salir el 18, 19, 28 y 29 de octubre, y finalmente el 1 de noviembre, cuando retornará a su templo. En cada recorrido, el incienso, los cánticos y los rezos de los fieles convertirán el centro histórico en un altar abierto, reafirmando una tradición que cumple más de tres siglos.

“Esta procesión es un símbolo de unidad en tiempos difíciles. Ver a tantas personas reunidas por la fe es un recordatorio de esperanza”, expresó monseñor Carlos Castillo, arzobispo de Lima.

El milagro que dio origen a una devoción

La historia dice que un esclavo angoleño pintó la primera imagen del Cristo Morado
La historia dice que un esclavo angoleño pintó la primera imagen del Cristo Morado

La historia del Señor de los Milagros se remonta a mediados del siglo XVII. En una pared de adobe de la cofradía de Pachacamilla, un esclavo angoleño pintó la imagen de un Cristo crucificado. Era una figura humilde, hecha sin pretensiones artísticas, pero destinada a convertirse en un símbolo de fe para todo el Perú.

En 1655, un fuerte terremoto destruyó gran parte de Lima, pero la pared donde estaba el Cristo quedó intacta. Este hecho fue considerado un milagro. Años después, en 1687, un nuevo sismo volvió a sacudir la ciudad, y otra vez la pintura resistió. Desde entonces, los fieles comenzaron a rendirle culto al Cristo Moreno.

El fervor creció tanto que, en 1688, se construyó una pequeña capilla en el mismo lugar donde se encontraba la pared original, dando origen al Santuario de las Nazarenas, donde hasta hoy se conserva la imagen original.

De las calles de Lima al mundo

En simúltaneo, en diferentes países, salió el Señor de los Milagros
En simúltaneo, en diferentes países, salió el Señor de los Milagros

Con el paso del tiempo, la devoción se extendió a todo el país y cruzó fronteras. En ciudades como Nueva York, Madrid, Roma o Buenos Aires, comunidades peruanas organizan procesiones cada octubre, mes del Señor de los Milagros. En todas, el anda es escoltada por fieles que entonan el himno y visten el hábito morado, símbolo de penitencia y gratitud.

El color morado se asocia a Madre Antonia Lucía del Espíritu Santo, una religiosa limeña que promovió la Hermandad del Señor de los Milagros en el siglo XVIII. Su hábito inspiró el que hoy usan miles de devotos, quienes forman parte de las cuadrillas encargadas de cargar el anda.

“Es una expresión de identidad nacional y de fe que nos une más allá de las diferencias”, explica el historiador Luis Martín Larraín, autor del libro Fe y Tradición en Lima Colonial. “Cada octubre, Lima revive su pasado religioso, pero también se reencuentra con su pueblo”.

Un símbolo de unidad y esperanza

En la actualidad, la procesión del Señor de los Milagros es considerada la manifestación religiosa más multitudinaria del mundo católico, después de las peregrinaciones a la Virgen de Guadalupe y Fátima. Cada año, más de dos millones de personas participan en los recorridos.

Las calles se llenan de alfombras florales, las bandas interpretan marchas solemnes y los balcones del centro histórico se visten de morado. Los comerciantes, vendedores ambulantes y vecinos se suman al ambiente festivo que mezcla lo sagrado con lo popular.

“Cuando pasa el Señor, Lima se detiene”, resume Rosa Huamán, una devota que lleva más de 40 años participando en la procesión. “No importa cuántos problemas haya en el país, este mes es de fe, de unión y de perdón”.

Contenido sugerido

Contenido GEC