Sendero Luminoso y su demencial guerra dejó miles de muertos y muchos más desplazados de sus tierras durante los años en que estuvo activo, hasta que fue desbaratado por la Inteligencia peruana. Pero, a pesar del tiempo transcurrido, varios de sus cuadros permanecían prófugos de la justicia peruana. Tal era el caso de Rosalino Pascual Fernández, quien fue capturado en Argentina.
Tal como dieron cuenta varios portales gauchos, el peruano era buscado por la voladura del hotel María Angola (Miraflores) en mayo de 1995. En aquella oportunidad, Sendero Luminoso usó un carro cargado con 200 kilos de dinamita, dejando 4 personas muertas y otras 30 heridas.
Rosalino Pascual Fernández fue sentenciado en el año 2010 a 20 años de prisión por la Sala Nacional para Casos de Terrorismo, junto a otros implicados en el atentado de Sendero Luminoso.
INTELIGENCIA
‘Todo tiene su final’, se menciona en una de las más conocidas piezas del salsero Héctor Lavoe, la cual se ajusta al caso de Rosalino Pascual Fernández. Ello porque el sujeto, que fue una las huestes más activas de Sendero Luminoso en los 90, era seguido de cerca por agentes de Inteligencia de Argentina.
Rosalino Pascual Fernández fue ‘marcado’ por varias semanas por los oficiales que dieron con el paradero del terrorista. El personal de la Brigada de Investigaciones de la Comisaría N° 9 de la Policía Federal fue el encargado de las pesquisas al integrante de Sendero Luminoso.
Ellos le pusieron la mano cuando Rosalino Pascual Fernández estaba al volante de un vehículo en la esquina de las calles Humahuaca y Agüero, en el barrio de Abasto en Buenos Aires. Así, se espera que el otrora letal ‘Coco’ de Sendero Luminoso pague por sus culpas.
ARGENTINA NO FUE EL ÚNICO LUGAR
En el transcurso de las investigaciones se conoció que Rosalino Pascual Fernández no solo había ‘caído’ en Argentina. Él fue encontrado en Canadá en 2012, donde había dejado las fieras fachas de Sendero Luminoso para convertirse en un empleado de limpieza.
Claro está, el trabajo fue conseguido de forma ilegal. Así, las autoridades canadienses determinaron deportarlo a Perú, donde de forma increíble contaba con libertad condicional a pesar de los crímenes cometidos con Sendero Luminoso.
En el tramo, Rosalino Pascual Fernández huyó a Argentina de una forma que las autoridades no logran determinar. Lo más escandaloso es que el otrora miembro de Sendero Luminoso tenía un domicilio legal en un departamento de la calle Paso Colón y un Código Único de Identificación Laboral (CUIL), número que se otorga a todo trabajador al inicio de su ejercicio como parte de la población económicamente activa.
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