Si bien Sedapal prometió que el servicio de agua potable se iba a restablecer de forma gradual y progresiva desde las 2 de la tarde del sábado, lo cierto es que los huaicos siguen dificultando la labor de la empresa de tratar y abastecer de agua a la ciudadanía debido a la gran cantidad de lodo y basura acumulada en los reservorios de La Atarjea.
Por ello, Rudencindo Vega, presidente de Sedapal, respondió de la forma más sincera cuando en Reporte Semanal le preguntaron cuándo iba a regresar el agua a los caños de Lima y su respuesta fue la más sincera que un funcionario público haya podido dar en todo el tiempo que la capital viene siendo afectada por esta emergencia.
“Cuando los huaicos nos dejen captar agua que nosotros podamos tratar y abastecer a la ciudadanía. Nosotros quisiéramos recuperar el servicio normal para que no hayan problemas, para que no hayan quejas pero si los huaicos nos lo permiten, nosotros vamos a reabastecer el servicio como lo hemos venido haciendo de una manera regular a lo largo de toda esta semana”, señaló Rudencindo Vega.
“La hora me resulta difícil decirlo. Al final de la tarde podríamos estar restableciendo el servicio. Si fuera antes igual lo comunicaremos, y al ritmo que vamos en este momento, si el río nos lo permite, al final de la tarde”, añadió, al tiempo que argumentó que el agua en la planta de tratamiento de La Atarjea está llegando más turbia de lo normal debido a los huaicos.
Fue en este momento en que el presidente de Sedapal hizo un mea culpa en vivo y en directo donde explicó que a veces, llevados por la emoción y el entusiasmo, señalaron que a una determinada hora se iba a restablecer el servicio de agua potable, y lamentablemente después del anuncio venían más huaicos que dificultaban su labor.
En ese sentido, invocó a la ciudadanía a tener tranquilidad y paciencia ya que se encuentran redoblando esfuerzos para dotar de agua potable a la población lo más pronto posible y pidió ceñirse a los comunicados de las instituciones oficiales sobre el avance de sus labores para no prestarse a confusión.
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