Ser permisivos y dejar que nuestros hijos hagan lo que quieran (mentir, faltar a clases o respondernos a gritos) no nos convierte en buenos padres. Para el psiquiatra del Ministerio de Salud, Carlos Bromley, los chicos deben tener límites y castigos ante malas acciones, de lo contrario podrían terminar hasta convirtiéndose en peligrosos delincuentes.

“Hay dos tipos de delincuentes: los sociópatas (aquellos que se convierten con la sociedad y familia) y los psicópatas, los cuales nacen con esta predisposición a delinquir. En cualquiera de los casos es muy importante enseñarles la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto. Castigar sus malos hábitos y premiar sus buenas actitudes”, señaló a Trome.

Asimismo, dijo que los padres muchas veces se ciegan ante las actitudes negativas de sus hijos, ya sea para limpiar su conciencia por haber estado ausentes durante su crianza, o por haber sido agresivos con ellos.

“Aquellos que piensan que defendiendo a sus hijos delincuentes demuestran su amor, están equivocados. En otros países, los papás son los que llevan a sus hijos a la comisaría para que se enfrenten a las autoridades por su mala conducta”, precisó.

EDAD COMPLICADA

Remarcó que la edad más difícil para un menor es entre los 11 y 13 años, cuando dejan de ser niños para convertirse en adolescentes.

El especialista señaló que muchos tienen un concepto errado de lo que es ser padres, lo que genera jóvenes con problemas de conducta.

Recomendó acudir a un especialista cuando:

Su hijo se le enfrenta y hasta lo ‘pecha’.

Cuando le pide argumentos para obedecerlo.

Cuando miente descaradamente y se pone agresivo.

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