“Mamá siempre me decía ‘ratón y queso, amigos son’. No te confíes de nadie que el más amigo te da traición”, dice la canción de la exitosa narco-serie ‘El cártel’, que transmite ‘Netflix’. En ella, poderosos narcotraficantes colombianos se delatan entre ellos ante la DEA, a cambio de quedarse con el negocio, pese a que se habían jurado lealtad eterna.
En el mundo del narcotráfico, en efecto, no existen lealtades ni amistades. Le ocurrió a Fernando Zevallos, ‘Lunarejo’, el exmagnate de la aviación aerocomercial, a quien en ‘El Comercio’ investigué periodísticamente desde 1995 cuando en Piura la policía incautó 3.5 toneladas de cocaína.
El año 2005 –luego de interminables recesos- Fernando Zevallos fue llevado a juicio oral para que responda sobre ese cargamento y por el origen de su fortuna para adquirir su flota de más de 15 aviones, que cubrían rutas nacionales e internacionales.
La impecable procuradora antidrogas Sonia Medina y el fiscal Juan Aranda Giraldo presentaron a la Sala una lista de varios excompinches de ‘Lunarejo’ para que atestiguaran y tuvieran un encuentro ‘cara a cara’ con Fernando Zevallos.
Entre ellos figuraban Jorge López Paredes (su enlace en México), Juan Carlos Angulo Tanchiva (uno de sus exsicarios), Óscar Benites Linares (un exagente de la DEA) y Zeledith Castillo (excuñada de Jorge López Paredes).
Cada ‘careo’ entre ellos y Fernando Zevallos era de película. Las audiencias se transmitían en vivo y en directo. La procuradora y el fiscal también sufrían. Temían que los testigos se negaran a hablar. Varios otros testigos, incluso, habían terminado muertos.
El encuentro que más recuerdo fue el de Fernando Zevallos y Jorge López Paredes. Según la acusación, López le dio US$ 1.5 millones para la compra de su primer avión. Los magistrados ordenaron que se pusieran frente a frente. López arrancó con un misil: “Fernando, di la verdad. Estamos aquí para decir la verdad. Ambos estuvimos metidos en esto. Admite, sé varón. Quien dice la verdad se hace libre”.
Fernando Zevallos respondió: “Es falso, es mentira. yo no conozco a este señor”. López contraatacó: “Fernando, ¿por qué vienes a mentir ante esta digna sala? ¿Por qué dices que no te conozco? ¿No te acuerdas que yo te puse la chapa de ‘Lunarejo’?” La sala estalló en risa.
Angulo Tanchiva y Óscar Benites también atestiguaron en contra de Fernando Zevallos. Distinta fue la situación de Zeledith Castillo. Dos días antes de presentarse a declarar, Castillo fue amenazada. Al borde del llanto y muerta de miedo, dijo a los magistrados que nunca conoció a ‘Lunarejo’.
Un año antes, sin embargo, Zelidth me había declarado que ella entregó, por orden de su cuñado, el dinero a ‘Lunarejo’. Esa entrevista fue una de las pruebas de la sala para condenar a Fernando Zevallos a 20 años de prisión.
Como dice el gran Héctor Lavoe, “todo tiene su final”. Nos vemos el otro martes.
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