Con su curioso traje de mariachi, su sombrero de charro y su fiel trompeta, el payasito ‘Peloncito Popunovich’ se arrodilló ante su esposa para reafirmarle su amor en el Día de San Valentín. Y es que detrás de esa ropa y maquillaje está Braian Molina De la Cruz, un joven de 33 años que desde el 2007 se dedica a hacer reír a grandes y chicos con sus ocurrencias, gestos y chistes. Trome habló con él.
Braian, ¿por qué te llamas ‘Peloncito Popunovich’?
En el colegio siempre paraba con mi corte de pelo militar, es decir, pelado (risas), por eso en mi barrio me decían pelón, para hacerlo más gracioso me puse ‘peloncito’ y ‘popunovich’ por popular, obvio (risas).
¿Cómo decides dedicarte a este arte?
Iba a algunos eventos como muñeco y me gustó. Al principio me asustaba, poco a poco fui soltándome y rompiendo la barrera del miedo, ahora me lanzo con todo (risas).
Una anécdota que recuerdes…
Una que recuerdo siempre es cuando me tocó ir a un baby shower, llegué y empecé a decir qué juegos íbamos a hacer como parte del espectáculo, de pronto una chica entra y me dice: ‘Joven, ¿qué está haciendo? Aquí nadie escucha, son sordomudos’. Me quedé frío porque nadie me dijo eso. Esa señorita me ayudó, yo hacía el show y ella hacía la traducción con lenguaje de señas.
¿Esa experiencia te ayudó a mejorar tu show?
Claro, ahí entendí que debía ser más gestual y que mi espectáculo debía hacer reír a la gente sin la necesidad de hablar.
¿Tu familia te apoyó desde el inicio?
Al principio no, pero con el tiempo se dieron cuenta de mi talento y que esto era lo mío.
¿Llevaste talleres?
Sí, de maquillaje y de improvisación. Luego uno va aprendiendo más en el camino, como dicen ‘en la cancha’.
¿Haces todo tipo de shows?
Donde me llamen voy: baby showers, fiestas infantiles, aniversarios, horas locas y despedidas de solteros.
¿Y el traje de mariachi desde cuándo lo usas?
Al inicio solo usaba el sombrero de charro, vi que a la gente le gustó mucho y por eso sumé mi traje de mariachi al estilo payaso y su respectiva trompetita para hacerlo más real, ja, ja, ja.
Y por San Valentín, ¿le volverás a declarar tu amor a tu esposa?
Claro, hasta me arrodillo ante ella y le canto al estilo mariachi… ¡órale, mija! (risas).
¿Dónde conociste a tu esposa?
Ella es animadora infantil, llegué como payaso a su elenco y ahí nos enamoramos, formamos una linda familia con nuestros dos hijos.
Tienes 17 años en el rubro, ¿qué cualidades crees que debe tener un payaso?
Un payaso debe ponerle mucho corazón y actitud a lo que hace, podemos tener muchos problemas, pero cuando el show inicia nos olvidamos de ellos porque nuestra labor es hacer reír a la gente, mostrarles una sonrisa de oreja a oreja.
¿Dónde te encuentran para los shows?
Me pueden buscar en las redes sociales como Payaso Peloncito.
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