Cuando realizaba servicio de taxi colectivo, el presidente de una empresa de transportes fue asesinado a balazos por cuatro sicarios, quienes lo interceptaron en dos motos lineales, en San Juan de Lurigancho. Uno de sus pasajeros, que viajaba como copiloto, también falleció al ser alcanzado por las balas.
Para la policía, el ataque habría sido en venganza porque, hace tres días, el transportista despidió a varios empleados y unos delincuentes lo amenazaron para que deje la ruta.
CRIMEN EN EL TRAYECTO
Eran las 11:50 de la noche cuando el conductor Alcides Gaspar Díaz (41), a bordo de su miniván azul de placa AJQ-478, se estacionó en la Mz. C de la cooperativa ‘Sagrada Familia’, porque su pasajero Jeins Joao Carhuas Robles (23) iba a bajar.
“Ese momento fue aprovechado por los asesinos, que llegaron en motos oscuras y descerrajaron cuatro tiros en la cabeza y pecho del chofer, quien murió en el acto. La otra víctima, que estaba en el asiento del copiloto, intentó descender del carro, pero le impactaron dos tiros en la cabeza y el brazo izquierdo”, dijo un perito. Los pistoleros huyeron a toda velocidad.
El joven, quien estudiaba Contabilidad en una universidad particular y vivía a media cuadra, falleció camino a un hospital.
DESPIDIÓ GENTE
Alcides Gaspar asumió, hace casi un año, la presidencia de la empresa de transportes de taxi colectivo Urbanitos S.A.
“Tres días atrás, él despidió a varios trabajadores de la empresa, algunos de ellos choferes, porque hacían mal su labor”, indicó un familiar.
No obstante, un amigo del occiso precisó que, hace semanas, un tal ‘Conejo’ y ‘Pepe’, que lideran una empresa de transportes ‘pirata’, lo amenazaron para apoderarse de la ruta.
