El drama de la familia asesinada en su humilde vivienda de San Juan de Lurigancho ha remecido a los peruanos por la brutalidad de cuádruple crimen. Y es que una madre y sus 3 menores hijos perdieron la vida cuando la expareja de la mujer llegó hasta el inmueble con un martillo para atacarlos.
La escena era de terror. Los pisos, las paredes y los muebles de la casita de San Juan de Lurigancho que ocupaba Edith Huaylas con sus hijos de 2, 4 y 6 años quedaron empapados en sangre, luego de que Javier Rivera los golpeara con un martillo hasta matarlos.
Tras los asesinatos, Javier Rivera trató de quitarse la vida cortándose las muñecas pero no lo logró y fue conducido a un hospital de la zona de San Juan de Lurigancho. Por su parte, los cuerpos de su esposa e hijos fueron llevados a la Morgue Central de Lima, de donde los familiares los retiraron la noche del último viernes.
Ahora, familiares de las víctimas anunciaron que los restos de la mujer, que el día de su asesinato cumplía 29 años, y de sus menores hijos serán velados en Huánuco, donde también descansa el cuerpo de su abuela materna.
La prima de Edith Huaylas exigió justicia para ella y para su sobrinos y pidió que Javier Rivera vaya a la cárcel. "Solo exigimos justicia. Que el presidente Vizcarra meta preso a ese asesino. Que no lo declaren como loco", dijo Cecilia Palomino.
Por otro lado, la hermana del asesino confeso Javier Rivera aseguró que el sujeto 'está loco' y sufre de esquizofrenia, algo que podría atenuar su pena.