San Juan de Lurigancho: Todo lo que debes saber sobre el macabro crimen de la menor de 11 años

El pasado jueves 1 de febrero los familiares de M.J.V.R, una niña de apenas 11 años, reportaron su desaparición en San Juan de Lurigancho. No pasaron ni 24 horas para que el cuerpo de la menor fuera encontrado calcinado en el mismo distrito.

Según contó su padre, Jorge Vellaneda, vio a la menor por última vez luego de que la fuera dejar el jueves en la entrada de la Comisaría de Canto Rey de San Juan de Lurigancho aproximadamente a las 9:19 de la mañana. Y es que la pequeña asistía a un taller de verano de pedrería impartido por la dependencia policial.

Los padres de Jimenita denunciaron que no obtuvieron ayuda para encontrar a su hija, por lo que acudieron a vecinos para que les facilitaran los videos de las cámaras de seguridad de la zona. Allí se reveló la identidad del presunto asesino: César Augusto Alva Mendoza.

En los videos se ve a la menor salir de la comisaría de Canto Rey y doblar la esquina. A unos metros se observa al sospechoso seguirla cautelosamente. Extrañamente, hay un corte de unos 20 segundos y poco después se ve a la víctima montada en una bicicleta junto a César Augusto Alva Mendoza, quien la lleva con rumbo desconocido.

Según fuentes policiales consignadas por el diario Correo, César Augusto Alva Mendoza trabajaba como informante en la Comisaría de Canto Rey. Allí, dateaba sobre las actividades de los delincuentes, por lo que visitaba la dependencia recurrentemente.

Al parecer su presencia en la comisaría habría causado confianza en la menor, quien no habría dudado en subirse a la bicicleta de César Augusto Alva Mendoza con la promesa de llevarla hasta su casa. Sin embargo, el presunto asesino la condujo a su muerte.

El último viernes, el cuerpo de Jimenita fue encontrado a unos metros de la habitación en la que vivía César Augusto Alva Mendoza. La policía acudió hasta la dirección que aparecía en su DNI. Allí se encontraron con la madre de sus hijos, quien llevó a los agentes hasta la casa de la Mz. L, lote 21, de la urbanización San Gabriel, donde el presunto asesino alquilaba un cuarto en el segundo piso.

Vecinos indicaron a la policía que la noche del jueves vieron un mototaxi rojo que rondaba la zona. “Se percataron de que el vehículo llevaba un bulto. Eran como las 10 de la noche y la moto entró a un canchón, donde un hombre intentó bajar un costal pero aparecieron unos muchachos y se fue”.

Asimismo, a las 4:20 de la madrugada del viernes, otro vecino vio que el mismo vehículo se estacionó fuera de la vivienda de César Augusto Alva Mendoza. Allí se bajó un sujeto que arrojó un paquete y le prendió fuego. “Una mujer gritó ‘apura, déjala ahí’ y huyeron”, contó.

Según la necropsia de la menor realizada el viernes 2 de febrero, Jimenita murió por estrangulación. ‘Agente causante: elemento constrictor’, detalló el informe. Sin embargo, hasta el momento el instituto de Medicina Legal no ha podido determinar se fue víctima de violación, aunque presentaba quemaduras en el rostro, cuerpo y pies, así como hematomas y excoriaciones en los miembros.

La mañana de este domingo 4 de febrero, César Augusto Alva Mendoza, principal sospechoso de la muerte de Jimenita, fue capturado por la Policía en Ica, de donde es originario. Aunque intentó taparse el rostro, los efectivos impidieron que el presunto asesino ocultara su identidad.

César Augusto Alva Mendoza fue interceptado cuando caminaba fuera de la casa de su cuñada, a quien supuestamente iba a pedirle dinero. Según dijo, no tiene nada que ver en el asesinato de la manor y aseguró que lo están incriminando. 

Cabe indicar que César Augusto Alva Mendoza tiene antecedentes por la misma clase de delitos de los que ahora se lo acusa. En el 2014 violó a una adolescente de 17 años tras abordarla en un paradero en San Juan de Lurigancho.

Dos años después, en el 2016, fue denunciado por una mujer de 28 años de violación. Según el testimonio de la víctima, entró a una vivienda a cobrar un dinero cuando fue atacada por César Augusto Alva Mendoza. 

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