Siguen saliendo a la luz nuevas hipótesis del móvil del presunto feminicida de San Juan de Lurigancho, quien asesinó a su pareja sin clemencia en el terreno que ella había comprado en una zona alejada del distrito.
Para ocultar el crimen, el presunto asesino desmembró e incineró los restos de su víctima al interior de un cilindro. La familia de la joven, desesperada por su paradero desconocido, llegó a la precaria vivienda de la pareja, donde encontraron los restos en llamas de la mujer.
Según la familia de la víctima, cuando subían hasta la cima del cerro donde la joven tenía un terreno, se cruzaron con el asesino que bajó rápidamente al verlos. Les dijo que la mujer estaba susceptible por su embarazo y que por ello no quería ver a nadie. Sin embargo, al llegar a la vivienda, encontraron parte de su cráneo y una costilla en llamas al interior de un cilindro.
Tras escapar en la camioneta que su propia víctima compró, la policía logró detenerlo, pero por el delito de tráfico de drogas. Más tarde, según las autoridades, el sujeto habría confesado el crimen. Asimismo, a su salida de la Dirincri, el presunto feminicida pidió perdón a la familia de su pareja en repetidas oportunidades.
Según la Policía, el sujeto confesó que mató a la mujer porque estaba embarazada y no quería tener un hijo más ya que tenía otra familia. La madre de la víctima también confirmó que el presunto feminicida tenía un hijo de 11 años, consignó 90 Matinal.