Un macabro caso conmocionó el último viernes a los vecinos de San Juan de Lurigancho. Y es que en este distrito una joven ingresó a una casa trepando por las rejas de la entrada y asesinó a puñaladas a un anciano de 69 años.
El confuso incidente hizo que la policía comenzara a barajar varias hipótesis. Mientras la hija de la víctima aseguraba que la asesina de su padre había sido expareja de su esposo, la acusada indicó que mató al anciano en venganza porque abusó sexualmente de ella.
Cesia Santos Canales confesó que mantenía una relación con John Grández Amao, esposo de la hija de la víctima. Es más, la presunta asesina exhibía su romance en las redes sociales con románticas fotografías.
Asimismo, durante su confesión ante la Policía dijo saber que su expareja no vivía en la casa en la que mató al anciano, sino que allí, en el tercer piso, vivía su esposa, quien se había separado de John Grández Amao hace seis meses.
"Mi esposo iba traer sus cosas este fin de semana porque estaba quedándose en un cuarto", indicó Cinthia López, quien aseguró que iban a retomar su relación. Asimismo, la mujer contó que la asesina de su padre se acercó a su familia con engaños y que ellos la acogieron para brindarle ayuda.
"Mi mamá con buena voluntad la hace pasar diciendo que quiere conocer a Jehová porque nosotros estudiamos la Biblia". Según la mujer, la joven les llevó una bebida y les insistió en que la tomaran, aunque ellos no la aceptaron. Luego descubrieron de quien se trataba por un tatuaje en la muñeca.
Por su parte, la presunta asesina dijo en su confesión que mató al anciano en venganza porque le realizó tocamientos indebidos y la obligó a mantener relaciones sexuales con él. "Esa vez fui buscando a la vecina para hablar y el señor me dijo que pasara. Yo no sabía que él estaba solo", dijo.
Según la Policía, Cesia Santos Canales cayó en varias contradicciones porque confirmó que mantenía una relación con John Grández Amao pero no aceptó que actuó en venganza contra él.