César Alva Mendoza, presunto asesino de una niña en San Juan de Lurigancho, intentó fugar hacia Ayacucho

¡Criminal! Tiene la mirada torcida y las duras facciones de su rostro reflejan la fiereza de su alma. Así es César Augusto Alva Mendoza (37), quien ayer fue capturado en La Tinguiña, distrito de la provincia de Ica, por secuestrar, violar y asesinar a la pequeña Jimenita (11) en San Juan de Lurigancho. Primero se hizo el desentendido, pero luego la policía lo acorraló con las pruebas en su contra y lo obligó a confesar su execrable crimen.

El ‘Monstruo de la bicicleta’, quien quemó el cadáver de la niña, fue reconocido por la dueña de un restaurante al que ingresó a desayunar cuando fugaba hacia la ciudad de Nasca. Su destino final era Ayacucho.

A las 10:30 de la mañana, los agentes de la comisaría de la localidad fueron alertados por la mujer. “Ella nos dijo que había comido un plato de chancho al cilindro y tomó café. Vestía un polo azul, pantalón corto blanco que tenía la figura del número 8 y zapatillas deportivas. Llevaba una maleta”, dijo un oficial.

Los policías se dirigieron presurosos al local, pero el asesino ya se había marchado. Salieron a la calle a buscarlo y lo encontraron en el cruce de prolongación Grau y la avenida Calle 7.

“Tú eres César Alva Mendoza, se te busca en Lima por el crimen de una menor, acompáñanos a la comisaría”, le dijo uno de los policías. Luego lo subieron a un auto particular y lo trasladaron a la sede policial de La Tinguiña.

GUARDÓ SILENCIO
César Alva se mostró imperturbable y en el carro aseguró que desconocía lo que había pasado con la menor. “Dijo que no sabían de qué le hablaban. Luego guardó silencio”, agregó el oficial. Sin embargo, ante las evidencias mostradas por la policía, tuvo que confesar que él asesinó a Jimenita. Dijo que actuó solo.

Conocida la detención, el Ministerio Público designó a la fiscal Consuelo Chipana Ortega para que investigue el caso. Ella se dirigió inmediatamente a la ciudad de Ica, donde verificó la captura y ordenó el traslado a Lima.

La policía trata de reconstruir cómo fue el horrendo crimen, paso a paso. Se presume que la mañana del jueves, César Alva manejaba su bicicleta y vio caminando sola a la niña, que había salido a las 10:06 de la comisaría de Canto Rey. La convenció para que suba a su bicicleta y se la llevó. Más tarde la ultrajó y estranguló, para luego dejar el cadáver en una calle y prenderle fuego.

Ayer, en horas de la tarde, un equipo de detectives, acompañado de la fiscal, lo condujeron al aeródromo de ‘Las Dunas’, para de allí trasladarlo a Lima en una avioneta.

MÁS DENUNCIAS
No es la primera vez que César Alva se ve involucrado en una violación. Una de sus víctimas se llama María y hoy tiene 20 años. Ella cuenta que en abril del 2014, cuando tenía 17 años, se quedó sin un sol para el pasaje y se cruzó con el sujeto, quien le ofreció ayuda y la hizo subir a un carro para llevarla a su casa, donde la violó. “Merece la pena de muerte”, expresó entre lágrimas.

Otra víctima también lo reconoció y aseguró que es el hombre que la amenazó con un desarmador y un cuchillo para abusar de ella.

HARÁN MARCHA
El sábado 10 de febrero se realizará la ‘Marcha para que se aplique la pena de muerte a los violadores’.

“Perú es el segundo país con mayor violencia sexual en América del Sur. Este hecho (el asesinato de Jimenita), que ha generado indignación nacional, no es un caso aislado. Es apenas una gota en un océano de abominables abusos que se producen en el país contra niños y adolescentes”, señala la convocatoria en Facebook.