Delante de su pequeña hija y en el interior del puesto que tenía en el mercado ‘La Cachina’ de San Juan de Lurigancho, la comerciante de ropa, Abigail Rojas Aldave (25), fue asesinada a balazos por un sicario que luego fue atrapado por colegas de la víctima. El pistolero aceptó su crimen, confesó que lo hizo por solo 450 soles y que la orden salió de un establecimiento penitenciario.
El hecho ocurrió a las dos de la tarde en el stand de la mujer, que da a la calle Villa Hermosa y está al costado de la base policial de ‘Los Halcones Este’, a la altura del paradero 12 de la avenida Canto Grande.
Según testigos, la joven estaba jugando con su primogénita de tres años hasta que llegó Elvis Aranya Ayma (21) y le disparó cuatro veces en el pecho y cabeza.
El estruendo alertó a decenas de comerciantes, clientes y transeúntes, quienes intentaron ponerse a buen recaudo.
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Aprovechando el desconcierto, el asesino escapó por los pasadizos del centro de abastos hasta que uno de los negociantes le metió cabe cuando acababa de salir al jirón Bongara.
Elvis Aranya cayó al piso, pero ya no pudo levantarse porque fue rodeado por comerciantes y, en segundos, por agentes de ‘Los Halcones Este’ que patrullaban la zona.
El detenido fue llevado al Depincri 1 del distrito, donde confesó que cobró mil soles, pero solo le habían pagado 450 soles.
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En su celular se encontró mensajes con el presunto autor intelectual, apodado ‘Brandon’, quien se encuentra recluido en el penal de Lurigancho.
Su identidad es investigada por las autoridades. Se presume que sería una expareja de la víctima.
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