Mick Jagger y su historia en el Perú con o sin Rolling Stones.
Rolling Stones: Mick Jagger y sus historia en Perú revelada en nuevo libro - 1

Es la cuarta vez que el mítico cantante llega al Perú, pero esta vez con su banda completa, los , una de las mejores de la historia del rock. Durante sus visitas se tejieron toda clase de mitos. Uno de los que ha tratado de esclarecer las andanzas del músico británico, en tierras incaicas, es Cucho Peñaloza, declarado fan de la banda. Han sido años de pura investigación, viajes y horas de charlas con personas que estuvieron muy cerca y que intercambiaron palabras o recibieron una firma del legendario rockstar de 72 años. Cucho desmenuza los minutos, horas y días que estuvo el gran Mick caminando por el centro de Lima, la playa ‘El Silencio’, San Isidro, Ancón, Cusco y la selva peruana.

También revela sus inevitables encuentros con afortunadas jovencitas, entre ellas la de una exitosa animadora infantil: Yola Polastri. Si la célebre Monique Pardo confiesa orgullosamente que se hizo pasar como periodista para acercarse al líder de los Rolling Stones en el hotel ‘Holiday Inn’, en Iquitos, todo lo contrario sucedió con la inacabable Yola. Cucho en su reciente libro ‘Los Rolling Stones y sus viajes al Perú’, escribe que Jagger y la pionera en la conducción de programas para niños en la televisión peruana coincidieron en la ciudad de Iquitos, en el verano de 1981. “Fue Jagger quien se acercó a conocerla, intrigado por saber quién era esa mujer a la que la gente se acercaba para pedirle tanto autógrafo. Ella accedió con gusto a tomar asiento junto a él por unos momentos”, escribe Cucho. Junto a una amiga quedaron con verse en la noche, cruzaron palabras y chocaron sus vasos en un brindis amistoso. Al día siguiente ambos retornaban a Lima, coincidieron en el aeropuerto y charlaron un rato hasta que Mick Jagger se quedó dormido sobre una de sus maletas.

Mick Jagger había llegado al país como parte del elenco de ‘Fitzcarraldo’, película dirigida por el alemán Werner Herzog y filmada en la Amazonia peruana. Tras permanecer tres meses entre Iquitos y Lima, abandonó el rodaje de la cinta debido a problemas en la producción, sin embargo, se especula que se fue para iniciar una gira con su banda. Otra jovencita con la que Mick intercambió no solo miradas fue con la reconocida cantautora Nina Mutal, quien a principios de la década de los noventa irrumpió en la escena musical. Junto a su amigo Peter Koechlin, el vocalista de los Stone llegó a la playa ‘El Silencio’ y se acercó a conversar con una adolescente que se doraba al sol. “Ella solo se enteró de que el flaco a su costado era Mick Jagger cuando Peter interrumpió la conversación para presentarlo. Hábil con los artilugios en el juego de la seducción, Jagger le habló a Nina en francés y quedó en buscarla esa misma noche”, escribe Cucho. Mick fue a buscarla a su casa, Nina salió acompañada de su hermana menor y bailaron ‘Satisfaction’ en la fenecida discoteca sanisidrina ‘Mediterráneo’ de Camino Real.

Sentado en una silla de la librería ‘El Virrey’, en Miraflores, Cucho rememora los dos conciertos que asistió en el estadio ‘Orange Bowl’, en Miami (EE.UU.), en noviembre de 1989. Recuerda que se encontró con un veinteañero Christian Meier y que cuando estuvo cerca del longevo y ‘frontman’ cantante tras terminar de ensayar para el recital le gritó ‘*Mick Jagger*!, remenber Iquitos?’. Recibió como respuesta un ¡Yeah! La primera visita del líder de los Rolling Stones al país fue hace 47 años, precisamente el 15 de enero de 1969, y duró diez días. Junto a Keith Richards, miembro de su banda, y la pareja de este, la actriz Anita Pallenberg, se alojaron en los exclusivos hoteles limeños ‘Crillón’ y ‘Bolívar’. La leyenda dice que del ‘Crillón’ fueron botados por caminar desnudos, pero una nota publicada en el diario ‘Última Hora’ lo desmiente.

Antes de viajar a la ciudad del Cusco saciaron su hambre en el restaurante ‘13 Monedas’, en la quinta cuadra del jirón Áncash, e incluso visitaron un chifa en la calle Capón. No conocieron Machu Picchu, debido a un paro ferroviario, y solo visitaron varios pueblos del valle de Urubamba. ‘¿Qué piensas hacer horas antes del concierto?’, le pregunto a Cucho. “Pensaba alquilar las habitaciones 428 y 430 donde se alojaron los Stones en el hotel ‘Bolívar’ y hacer unos previos con unos amigos, pero mejor voy a llegar sobrio y disfrutarlo al máximo”, responde el ferviente seguidor que ha visto veinte veces en vivo a la banda de la lengua roja burlona. Según sus cálculos, Mick Jagger recorre en el escenario 15 kilómetros en cada presentación durante una hora y 50 minutos en promedio.

Sostiene que pese a que muchos califican a Mick Jagger como el anticristo del rock, por su pasado de drogas, arrestos, escándalos y su arrollador e incontenible apetito sexual, no es tanto así. Su desbordada vitalidad la debe a su formación metódica y a su constante entrenamiento físico. El 7 de octubre de 2011 fue la última visita de Mick al Perú y lo recibió el presidente de la República, Ollanta Humala, en Palacio de Gobierno. Esta vez por fin visitó Machu Picchu junto a su novia de ese entonces L’Wren Scott y su hijo brasileño Lucas Maurice. Mañana, a partir de las 9 de la noche, empezará una nueva historia. Hasta siempre, Mick.

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