Enloquecido porque terminó la relación sentimental que mantenía con él desde hace dos años, un arpista asesinó a su enamorada golpeándole la cabeza con una piedra y luego la ahorcó, en el Rímac.
Yoel Quispe Jorge (34) mató a Dominica Véliz Caysahuana (30) en el interior de su precaria casa, ubicada en lo alto de un cerro, en el pasaje Las Rosas, Mz. C, lote 1, del asentamiento humano ‘Sagrado Corazón de Jesús’. Fugó tras cometer el crimen.
Horas después, Quispe llamó a Sabina Raymundo Véliz, prima de la víctima: ‘Se me pasó la mano, está muerta, vayan a mi casa’. También le confesó su condenable acto a su hermana, quien encontró el cadáver de Dominica debajo de la cama con una herida en la cabeza.
LO IBA A DEJAR
Raúl Estrada, padrino de la infortunada mujer, manifestó que su ahijada le reveló su intención de acabar la relación con Yoel. “Ya no quiero saber nada de él”, le dijo.
Dominica trabajaba como empleada doméstica y tenía una discapacidad física.
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