Es ‘chambera’, amiguera y se hace querer en cuestión de segundos. En Arequipa, su tierra natal, Lourdes Beatriz Soto Sairetupa (49) trabajó vendiendo golosinas y cantando en los buses, mientras su madre vendía verduras. No terminó la primaria por falta de dinero, pero se las ingenió con mil ‘trabajitos’ para sacar adelante a sus cuatro hijos.
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Aunque es una verdadera mujer todoterreno, siempre se dio tiempo para mostrar su talento con la saya, caporales y morenada. Ha bailado en elencos de folclore y ahora es la promotora oficial de la comparsa de morenada del Mercado Minorista Tierra Prometida (en Santa Anita), donde vende cebollas después de estar casi 20 años en ‘La Parada’.
Lourdes, ¿desde hace cuánto vende cebollas?
En Lima ya serán poco más de 20 años. Aunque en Tiabaya (distrito de Arequipa) también vendíamos verduras en unas chacras. Como no teníamos dinero, recogíamos lo que sobraba de las cosechas y lo vendíamos en San Camilo (distrito de Arequipa). La verdad es que casi toda mi vida he trabajado vendiendo verduras. Fuimos, somos y seremos una familia muy guerrera.
¿En qué más ha trabajado?
He vendido caramelos y bizcochos en los ‘micros’ y también subía a cantar. Recuerdo que cantaba la canción de ‘Marco’ (dibujo animado) y ‘Todos tienen una madre’. Por eso cada vez que veo a niños cantando en los ‘micros’ me pongo muy nostálgica, recuerdo mi infancia y trato de apoyarlos. Yo estudié hasta tercer grado porque no teníamos dinero.
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¿Es cierto que las cebollas que hacen llorar tienen más sabor?
¡Claro! Ja, ja, ja. Es que son más picantes y eso le da un gusto especial a las comidas. Acá tenemos cuatro tipos de cebolla: Israel, la que más llevan porque combina con todo; Arequipeña, perfecta para cebiche, lomos; Charlotte, es chiquita pero sabrosa, la usan para escabeche y aderezos; y la blanca, que recién están empezando a consumirla, tiene un sabor distinto, pero es ‘buenaza’.
¿Y cómo descubrió su talento para el baile?
Desde muy niña siempre fui hiperactiva y bailarina. Mi gusto por las danzas sureñas es de familia, yo nací en Arequipa, pero viví un tiempo en Puno. Empecé bailando saya, luego caporales, también los famosos santiagos y la morenada. Si hubiese tenido más apoyo, me hubiera gustado ser artista.
Dicen que usted es la promotora del nuevo elenco de baile del mercado de Santa Anita...
Nosotros siempre bailamos en el Mercado Tierra Prometida, hay mucho talento por descubrir. Y en el aniversario se nos ocurrió bailar morenada y así decidimos formar un elenco de danzas de manera profesional. Somos doce parejas que nos hemos puesto la camiseta y esperamos dejar en alto a Tierra Prometida.
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