Jacob Chansley (Qanon Shaman), el hombre visto con pintura facial y un casco de piel con cuernos durante la entrada ilegal del 6 de enero al Senado de Estados Unidos, le dijo a 60 Minutes + (programa periodístico estadounidense) que estaba tratando de “traer a Dios de vuelta al Senado”.
Es preciso indicar que Donald Trump, entonces presidente de EE.UU., incentivó la acción de irrumpir en el Senado de Estados Unidos.
“No, no lo fueron, señora. Mis acciones no fueron un ataque a este país. Eso es incorrecto. Eso es inexacto, por completo”, dijo Jacob Chansley en un extracto de la entrevista que se transmitió en “CBS This Morning”.
El video mostraba a Chansley en el Senado durante el disturbio con el torso desnudo y un casco de piel con cuernos. Fue arrestado poco después y ahora enfrenta una pena de hasta 20 años tras las rejas. Un juez escuchará los argumentos el viernes sobre si debería ser liberado de la cárcel antes del juicio.
Al describir sus acciones del 6 de enero, “Qanon Shaman”, dijo: “Bueno, canté una canción. Y eso es parte del chamanismo. Se trata de... crear vibraciones positivas en una cámara sagrada. También evité que la gente robara y destrozara ese espacio sagrado, el Senado. ¿De acuerdo? De hecho detuve a alguien de robar muffins de la sala de descanso. Y también dije una oración en esa cámara sagrada. Porque era mi intención traer la divinidad, y traer a Dios de regreso al Senado”.
La declaración jurada también dice que Chansley llamó voluntariamente al FBI el día después de la protesta, admitiendo que él era el hombre visto con un tocado y pintura facial mientras estaba sentado en la silla del vicepresidente Mike Pence en el Senado.
Durante esa llamada, Chansley le dijo a la policía que vino como parte de un esfuerzo grupal, con otros “patriotas” de Arizona, a pedido del presidente Trump de que todos los “patriotas” vayan a Washington el 6 de enero.
Cuando se le preguntó si todavía se considera un patriota, Chansley dijo a Segall: “Me considero un amante de mi país. Me considero un creyente en la Constitución. Me considero un creyente en la verdad y en nuestros principios fundacionales. Me considero un creyente en Dios“.
La entrada de una turba a Estados Unidos, incentivada por el presidente de este entonces, Donald Trump, es considerada como una de las escenas más vergonzosas del más reciente gobierno del Partido Republicano en Estados Unidos.