La imagen del presidente José Jerí cruzando la puerta del penal El Milagro, en Trujillo, marcó el inicio de una jornada que reveló, sin filtros, el nivel de organización que aún mantienen las mafias dentro de una de las cárceles más temidas del Perú. El mandatario llegó acompañado de un fuerte contingente policial y ministros de Estado para conocer los resultados de una intervención ejecutada horas antes.
Desde su ingreso, Jerí observó armas artesanales fabricadas con objetos cotidianos, como tijeras punta roma convertidas en cuchillas peligrosas. Personal del INPE le mostró cómo estos elementos son usados por los internos para intimidar, dominar y mantener control en el interior del penal, donde purgan condena criminales por delitos como sicariato, extorsión, secuestro y violación.
La sorpresa mayor llegó cuando el mandatario revisó cuadernos repletos de nombres, números y fechas. “Por lo menos es un indicio razonable de extorsión”, comentó al ver las listas donde, incluso, algunos registros tenían marcas que sugerían pagos ya cumplidos. El hallazgo reforzó la hipótesis de que las mafias continúan operando desde dentro.
Mientras avanzaba la inspección, Jerí escuchó explicaciones del personal sobre otras incautaciones registradas: antenas artesanales instaladas en los exteriores del pabellón 8, enchufes clandestinos en celdas, televisores, parlantes y cargadores. Todo ello, según las autoridades, demuestra que el “apagón tecnológico” aún está en proceso.
La operación comenzó trasladando a todos los internos al patio del penal bajo estricta vigilancia. Con las celdas despejadas, el personal del INPE y la Policía inició la búsqueda minuciosa de todo objeto prohibido. En el camino encontraron libretas, celulares, relojes, chips, tomas eléctricas adaptadas y antenas caseras hechas con latas de aceite.
Uno de los descubrimientos más alarmantes fue la droga enterrada en los jardines. Paquetes de pasta básica de cocaína y pastillas de Tuzi fueron expuestos frente al mandatario, junto con balanzas usadas, según la Policía, para su microcomercialización dentro del penal. “Hay un ánimo delincuencial que aún se mantiene”, señaló Jerí durante la intervención.
Durante la requisa también quedaron al descubierto improvisadas “celdas VIP”, donde se encontraron conectores múltiples, espejos desmontables y artefactos eléctricos cuyo uso era completamente irregular. Las autoridades remarcaron que estos objetos facilitan la continuidad de actividades ilícitas dentro del recinto.
El mandatario presenció además la presentación de cuatro antenas artesanales extraídas del pabellón 8, las mismas que, según las autoridades, servían para mantener comunicaciones clandestinas. “No es un show”, dijo Jerí, justificando los operativos y recordando que los penales han sido por años una fuente clave de extorsión.
En otro momento, el jefe de Estado observó la exposición de todo el material incautado: armas punzocortantes, libretas con montos y teléfonos, televisores, celulares, chips y hasta un bate de béisbol. La cantidad y variedad de objetos evidenciaron un dominio interno que contradice cualquier intento de resocialización.
Tras recorrer los pabellones más peligrosos, Jerí ofreció declaraciones en el mismo penal. Recordó que desde hace más de una década existe una base de datos de llamadas realizadas desde las cárceles, información que pudo haber frenado la criminalidad si se hubiera usado a tiempo. “El Estado ha sido cómplice por omisión”, afirmó.
El mandatario aseguró que las medidas continuarán y que no se escatimarán esfuerzos para enfrentar la inseguridad. También indicó que solicitará facultades delegadas al Congreso para reforzar las acciones, pues, según explicó, las cifras aún no muestran los resultados esperados.
Antes de llegar al penal, Jerí había sido recibido con un baño de popularidad en la Plaza de Armas de Trujillo y en un colegio local, donde incluso necesitó apoyo de su personal de seguridad ante la multitud que se agolpó para saludarlo. Sin embargo, su mensaje final fue de prudencia: “Las cosas van a cambiar; hay que tener confianza”.
La presentación final de la requisa reunió a los ministros de Justicia, Defensa e Interior. Los tres acompañaron al presidente en la muestra del material decomisado y respaldaron las medidas adoptadas para recuperar el control absoluto de los penales del país.
Jerí cerró su jornada señalando que el INPE necesita una reorganización urgente y que no se tolerará a funcionarios que faciliten el accionar de las mafias. “Lo que urge ahora es recuperar la confianza y enfrentar el principal problema del país: la inseguridad”, sostuvo.
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