En estos tiempos de incertidumbre y malestar de la población por todo lo que viene sucediendo en el país, el analista político y director de la consultora Vox Populi, Luis Benavente, comenta sobre la imagen del presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK).
Usted ha sido muy crítico con PPK, ha dicho que ‘no tiene temple’, ¿por qué lo dice?
No es que no tenga temple, lo que veo es que no tiene liderazgo ni da la talla. El país está en una circunstancia política complicada y no hay capacidad de respuesta. A esto se suma que, a veces, tiene frases desafortunadas que no ayudan. Debería conectarse mejor con el pueblo.
Algunos opinólogos afirman que existiría una ‘crisis de ingobernabilidad’, ¿podría ser peor ese escenario?
Lo que hay es crisis política, pero no en los términos extremos de ingobernabilidad. Es cierto que hay inestabilidad y dificultades, pero hablar de ingobernabilidad sería ‘dispararnos a los pies’.
PPK aún no encuentra el norte para conducir los destinos del país, ¿qué le aconsejaría?
Mi consejo sería que arme un equipo de asesores netamente políticos y que lo aconsejen por la mañana, a la hora de tomar desayuno. Ellos no deben ser del mismo Gobierno y le deben enseñar a actuar en el día a día. Deben darle una buena lectura política, independiente y lúcida.
Se podría decir que PPK hasta el momento ‘no se está comiendo el pleito’…
A PPK le falta carácter, firmeza y vigor de gobernante. Seamos claros, el pueblo le pide más nivel de compromiso. El pueblo quiere que lo escuchen, que lo convoquen, pero vemos a un jefe de Estado que actúa a destiempo.
¿A destiempo? ¿En qué casos puntualmente?
Allí tenemos el caso Odebrecht, donde dijo que no todo lo que la empresa brasileña hizo fue malo, después tuvo que retroceder cuando se revelaron las millonarias coimas que pagaron para hacerse de obras públicas. Otro caso fue el del ‘Negociazo’, donde su asesor Carlos Moreno renunció por el escándalo en el SIS y el presidente lo pasó, primero, por agua tibia.
¿Es bueno que PPK delegue muchas responsabilidades al premier Fernando Zavala?
El jefe de Estado debe saber distribuir el poder, porque de no hacerlo no se daría abasto. Es bueno que el jefe del gabinete ministerial lo ayude, pero siempre coordinando acciones con los diferentes sectores.
Existe un miedo entre los peruanos de que se pierda lo avanzado, ¿esto es así?
A ver, ¿qué hemos avanzado?: en la lucha contra la corrupción, contra la ausencia de transparencia y contra la falta de infraestructura no hemos avanzado. La economía sí ha avanzado, pero a costa de una política corrupta y el precio ha sido muy alto. Allí tenemos a los presidentes investigados.
¿Qué debería hacer PPK para retomar el camino?
PPK debe buscar un verdadero acuerdo político con la oposición. Otra medida sería, si es que se busca un cambio en la Presidencia del Consejo de Ministros, pensar en un ‘superpolítico’ que tenga diálogo con el fujimorismo y las regiones. Pero eso sí, jamás debemos llegar a un vacío en el poder, ese remedio sería peor que la enfermedad.
También se habla que algunos congresistas de Peruanos Por el Kambio solo se dedican a sus agendas particulares...
Insisto en que hay una crisis política y esto se ve en la caída de PPK. Vemos un Gobierno débil, con poco peso en el Congreso. La bancada oficialista está dividida y sus integrantes responden a intereses propios, sin mencionar que la presencia del Gobierno en las regiones es prácticamente nula.
¿Cree que existe el ánimo en el fujimorismo de buscar la ‘vacancia presidencial’?
No hay, aparentemente, objetivos que lleven a eso. Lo cierto es que ahora, en estos momentos, Keiko Fujimori es la ganadora de este río revuelto, de acá a más adelante no se sabe. Pero una ‘vacancia presidencial’ sería fatal para el país, generaría inestabilidad, caos general.
¿Cómo analiza el ánimo de nuestra población?
El peruano vive en una frustración crónica permanente por la política y el fútbol. No hay un líder en quien confiar y esto agudiza la corrupción. El peruano no se siente satisfecho... Va a seguir en estado crítico debido al enfrentamiento de diversos sectores, a los errores del Gobierno, a la oposición que no dejará pasar nada. La política en el Perú es consecuencia de lo que somos: caos y desorden. A esto se suma nuestra informalidad, somos complicados y conflictivos.
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