Ricardo Belmont fue alcalde de Lima dos veces. Deportista, periodista, locutor de radio y político. Fue congresista y también dueño de RBC Televisión.
Más allá de ser una gran figura de la televisión, animador y productor de programas exitosos, ejecutó, promocionó y fue conductor principal de la Teletón Perú, la cual se realizó en apoyo al Hogar Clínica San Juan de Dios.
Hoy vuelve el popular ‘Hermanón’. Dependiendo las encuestas, está primero o segundo. Trome llegó a la casa, en Chorrillos, de Ricardo Belmont (73), quien representa al partido Perú Libertario.
Señor Belmont, ¿se reafirma en que no va a ir al debate municipal? ¿Por qué?
No es que este debate no me guste. Nunca me gustaron los debates porque no han aportado nada y siempre han sido factores desencadenantes de contrapuntos en un país tan dividido como el nuestro. El debate de ideas es muy distinto, requiere una larga conversación para proceder a que este sea productivo, de lo contrario, simplemente es una exposición paporretera de alguna idea que a alguien se le ocurre sin fundamento.
Usted ha dado a entender que esto es como un circo. ¿A qué se refiere?
A ver, si Lima tiene 12 millones de habitantes, padece todos los problemas que tiene un paciente grave en cuidados intensivos. Sería inconsciente de mi parte ir a presentarme en televisión para, en una hora, decir cómo se resuelve un problema que hace 25 años no lo podían resolver cualquiera de los alcaldes que han gobernado Lima.
MILLONES EN CAMPAÑA
Lo escuché en YouTube decir que hay un candidato que está gastando millones de millones en carteles y en camionetas 4x4 y se pregunta: ¿Cómo va a recuperar esa plata? ¿Se refiere a Renzo Reggiardo?
No me refiero a nadie en especial, pero no me gusta calificar a alguien, porque estaría contraviniendo mi espíritu deportivo. Que la gente saque sus conclusiones y miren la ciudad, los millones que se están gastando, como nunca.
Algunos aseguran que Reggiardo es el verdadero candidato del fujimorismo. ¿Piensa lo mismo?
Bueno, él estuvo cercano al fujimorismo. Fundó el partido con Luz Salgado, su padre fue fundador de Cambio 90. Y creo, no estoy seguro, que fue Cambio 90 este partido, que ahora tiene otro nombre.
¿No le parece escandaloso que haya 20 candidatos al sillón municipal?
Absolutamente escandaloso. Pareciera que ser alcalde es la única profesión que no necesita de estudios ni experiencia alguna para manejar la ciudad. Cualquiera puede hacerlo...
A sus 73 años, ¿por qué quiere volver a ser alcalde de Lima?
Primero porque me gustan los retos, después porque cuento con la experiencia. Poseo los conocimientos de lo que es la ciudad. Conozco las necesidades de la gente y la candidatura nace de la gente.
EL ‘MUDO’ Y EL ‘MUDITO’
También ha dicho: ‘En seis años hice más obras que Castañeda en doce’. ¿Qué opina de la gestión del ‘Mudo’?
Pienso en una gestión que ha sido muy larga. Se ha enviciado. La prueba está en que la municipalidad es hereditaria... Y me parece, sinceramente, que en doce años se pudo hacer el Plan Metropolitano de Lima completo, como llevar la Vía Expresa por ejemplo hasta San Juan de Miraflores, que ya estaba contemplado, y se han hecho obras indistintas, algunas buenas, otras malas, pero yo no soy quien juzga esa parte.
¿Le parece bien que su hijito este postulando para sucederlo en el cargo?
No, no me parece bien que ningún familiar, ninguna conexión familiar, exista en el municipio: primos, hermanos, tía, la abuelita, la cuñada, la mujer, la querida, estamos mal ahí (sonríe).
La última encuesta de Ipsos revela que Reggiardo está primero, usted segundo y Urresti tercero. ¿Cuál será su estrategia para llegar a la alcaldía?
Mi estrategia es decir la verdad y ser transparente y ser Ricardo Belmont, como la gente me conoce. Una persona frontal que va derecho, que no va por la espalda y que siempre ha actuado en consecuencia de sus ideas. O sea, expresar lo que siento, lo que quiero y lo que anhelo. Y a los 73 años uno tiene más anhelos que nunca, porque ya son los últimos minutos del partido, así que hay que ponerle todo el empeño y sudar la camiseta.
‘ESPARTANOS’
¿Quién financia su campaña?
Absolutamente nadie. Esta campaña nació por los llamados ‘espartanos’, que es un adjetivo que se le da al hombre luchador, a la mujer luchadora que hicieron esta campaña y ellos fueron los promotores de esta.
He visto un cartel suyo en la Javier Prado que dice: ‘Belmont, familia y valores’. ¿Qué quiere decir con eso?
Mira, los carteles los hace la gente. Yo me acabo de enterar de ese eslogan, porque cada uno de mis libertarios y de mis espartanos genera la campaña como ellos la sienten. Ellos sienten que deben decir lo que has dicho, familia y valores, ¿no? Es la inspiración de un espartano. Ellos suponen que tal vez yo represento esos valores.
Sus rivales políticos le siguen recordando los líos con los accionistas de RBC. ¿Qué les respondería?
Les respondo que es un tema que fue un psicosocial. Lo que se llama la postverdad. Una mentira tantas veces repetida se convierte en verdad para mucha gente, pero esto ya pasó por el Poder Judicial y se declararon infundados todos los cargos que se me quisieron endilgar. Cuando uno sale limpio del Poder Judicial, ya se llama cosa juzgada, caso cerrado, no hay nada más que hablar del asunto y después ya serán los ‘trolls’ los que se encargarán de lo otro.
¿Qué es lo que más le preocupa de nuestra querida capital?
A mí me preocupa el estado anímico de la gente. Las personas se levantan con una sensación de que mañana va a haber otra sorpresa, de que los alcaldes distritales nunca comunicaron lo que hacían. Se hizo todo a espaldas de la gente, hasta que un día despertaron y se enteraron de que los peajes ya no eran de EMAPE, que INVERMET ya no hacía las obras, que ODEBRECHT tenía las pistas, que OAS manejaba las concesiones y que así se fue concesionando la ciudad en una época en la que con el dinero que hay en Lima, no se queda en la municipalidad, se va.
Lima ha cambiado mucho desde el tiempo que usted era alcalde. Ahora te matan en la calle por un celular. Concretamente, ¿cuál su plan para combatir la inseguridad?
Hay un dicho que reza: ‘No hay contagio más fuerte que el ejemplo’. Si la delincuencia aumenta en las cabezas, la delincuencia va hacia abajo también.
¿Por qué los electores deberían votar por usted?
¿Por qué deberían votar? No sé por qué deberían votar, pienso que la experiencia vale mucho y yo siempre hago una metáfora: ‘Si usted va a la Fuerza Aérea, ¿se sube a un Mirage (avión) con un piloto que ha volado o con uno que no ha volado?’
PLAN METROPOLITANO Y EDUCACIÓN
Usted ha manifestado que no le gusta prometer cosas, pero la opinión pública quiere saber cuáles serían las principales obras que ejecutaría en la ciudad capital.
Las primeras obras son cumplir con el plan Metropolitano, que se quedó cojo porque nadie lo entendió ni nadie lo quiso llevar adelante, entonces se necesitan tréboles, pasos a desnivel, más corredores viales, reorganizar el transporte, crear una conciencia colectiva de que la educación es fundamental en una nación y contar con presupuesto. Si uno tiene presupuesto, todo esto que le he contado se realiza. Respecto a la seguridad ciudadana, el municipio debe coordinar con el Ministerio del Interior, porque este tiene a la Policía bajo sus órdenes.
¿Qué le deja el enfrentamiento entre el presidente Martín Vizcarra y la mayoría fujimorista liderada por Keiko?
A mí me deja una sensación terrible, pues el Perú, en lugar de unirse y perseguir las cosas que nos unen, busca las antinomias, y hoy día el Perú no está para andar peleándose con quienes el pueblo eligió. El pueblo tiene que asumir su responsabilidad cuando elige para así elegir bien.
¿Es verdad que usted nació en ‘cuna de oro’?
Yo nací en ‘cuna de oro’, es verdad, pero por arte de magia el doctor que me trajo al mundo tenía que atender a mi madre y la atendió en la Maternidad de Lima. O sea, yo nací en Barrios Altos y me crie en San Isidro.
¿Es cierto que uno de los hechos que más le dolió fue que sus hijos le quitaran el canal?
Absolutamente, cómo no me va a doler. Yo hice un anticipo de legítima herencia a mis hijos pensando que me podía pasar algo entrando a la política. Tengo dos hijos menores y para que ellos se unieran, yo pedía un usufructo de por vida, y mientras yo estuviera vivo, la cabeza de esto era yo. No se cumplió con el usufructo. En pocas palabras, mi hijo mayor y mi hija mayor no me jugaron limpio como yo esperé que lo hicieran, con un hombre que a los 70 años había forjado empresas, industrias de la nada y que de la noche a la mañana te digan: ‘Chau, hasta luego, te vas de aquí’.
‘YO SUPE QUIÉN ME DISPARÓ’
Ha vivido momentos trágicos, incluso una vez lo balearon. ¿Finalmente se supo quién le disparó?
Yo supe quién me baleó, pero no tengo las pruebas. Supe y lo he dejado entrever en varias oportunidades, ya que lamentablemente no cuento con las evidencias para acusar.
¿Quién sería?
Yo no tengo enemigos. Esto probablemente pudo ser una disputa en términos que van más allá de la situación de simpatías o antipatías. Yo creo que acá se ‘cocinaban’ otras cosas.
¿Se arrepiente de algo que dijo sobre los venezolanos?
No me arrepiento de nada de los venezolanos, porque no he dicho nada malo contra ellos. He defendido al peruano. Si los peruanos no tienen trabajo y el canciller anuncia en un periódico importante de Lima que van a incursionar un millón de venezolanos para quitarles el trabajo a los peruanos, yo muestro mi preocupación simplemente ante esa enorme contradicción que tenemos los peruanos, por seguir el dicho del Inca Garcilaso, que sostenía que “el Perú era madrastra de los suyos y madre de los extraños”. Yo soy peruano, primero el Perú, segundo el Perú y después el resto.
Usted ha boxeado, ¿a quién le gustaría noquear?
En términos deportivos, en un ring de box, a cualquiera que se me ponga al frente y que me agreda en mi dignidad. Fuera del ring no me atrevo a noquear a nadie. Me gusta el diálogo.
¿Se molesta cuando lo imitan en los programas cómicos?
En absoluto. Siempre y cuando el libreto no tenga el contenido subliminal de lo mismo que ya fue cosa juzgada.
¿Qué piensa de que solo aparecerá en la cédula de votación el símbolo del partido que representa, Perú Libertario?
Indistintamente, uno gana o pierde. El destino es el que decide, pero yo decía que no tengo nombre ni tengo rostro. Tengo un logotipo que es este. Esto es como ser una especie de un preservativo, digamos, no es cierto, pero un preservativo viene a preservar que a Lima no se le siga robando (carcajadas).
Quiero terminar la entrevista con una de sus clásicas ‘pastillas para levantar la moral’...
Fue parte de nuestra conversación previa: ‘La alegría es efímera, el dolor construye’. Ricardo Belmont está intacto, fuerte y para encarar cualquier situación, porque Ricardo Belmont se construyó en el dolor.
Gracias, señor Belmont, y que gane el más capaz, pero sobre todo el más honesto...
Muchas gracias a ustedes.
(Oscar Torres)