¿CAMBIÓ DE OPINIÓN? A pesar de que hace unos meses se mostró como un ferviente seguidor del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y exigió la salida del Ejército a las calles para luchar contra la delincuencia, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, se manifestó ahora contrario a aplicar el plan salvadoreño, el cual se puso a debate en los últimos días por el presidente del Poder Judicial, javier Arévalo y otras autoridades.
En breves declaraciones a los medios de comunicación, la autoridad de edil consideró que nuestro país “tiene otra realidad completamente distinta”.
“Es un tema completamente distinto, el Perú tiene su propia dinámica”, agregó, López Aliaga quien aseguró que no funcionaría dichas medidas del presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
Recordemos que hace cuatro meses, el alcalde de Lima había propuesto aplicar el mencionado plan del mandatario salvadoreño para luchar contra la delincuencia en el país.
A mediados de abril, el burgomaestre envió un oficio al ministro de Defensa para solicitar que se incluya a las Fuerzas Armadas en el patrullaje de la ciudad.
“Creo que el tema de inseguridad, ahora, ya es estructural. Tenemos que coordinar ya con el Ministerio de Defensa para tener militares en las calles, porque el tema está desmadrado. Se está saliendo de control, creo que tenemos que pasar a una fase dos, como se ha hecho en otros países como El Salvador, donde Bukele sacó al Ejército”, dijo en aquella ocasión ante los medios de comunicación.
El burgomaestre señaló que la capital requiere de la intervención de militares para detener la delincuencia, sobre todo, el ciertos sectores donde la presencia de la inseguridad es mucho mayor. “Ponemos una o varias tanquetas en la noche, en sitios estratégicos, en diferentes sectores, zonas rojas, ya conocemos donde está el peligro. Voy a coordinar con el Ministerio de Defensa directamente”, expresó.
“El plan Bukele ha hecho un milagro en El Salvador. Estamos en contacto con su equipo de seguridad y queremos implementar algo similar”, añadió hace unos meses. ¿Por qué cambió de opinión?
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