El Gabinete de Pedro Cateriano dejó de ejercer funciones este martes, cuando el Congreso le negó la confianza con una votación que se desarrolló de madrugada y que terminó con 54 votos en contra, 34 abstenciones y 37 a favor.
El Búho de Trome se mostró indignado con la decisión del Parlamento y se refirió a la polémica en torno al ministro de Educación Martín Benavides, a quien el Congreso habría querido ver fuera del panorama. El propio Martín Vizcarra dijo que su Gobierno no cedería a esos ’intereses personales’ y que seguirían defendiendo la Ley Universitaria.
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Según nuestro columnista, las principales bancadas del Legislativo no querían al ministro Benavides para evitar que la Sunedu interfiera con algunas universidades ‘trafas', que no pasaron, o pasaron a las justas, la vaya de los estándares de calidad educativa.
EL VOTO DE PODEMOS
El partido de Urresti votó de manera unificada en contra de la confianza al Gabinete de Cateriano. El Búho nos recuerda que el dueño de este partido es José Acuña, también propietario de la Telesup, una universidad que no octuvo la lincencia de la Sunedu.
EL VOTO DE ACCIÓN POPULAR
Según nuestro columnista, una de las razones por las que este partido votó de manera tan dispersa fue por los intereses de uno de sus líderes, Raúl Diez Canseco, quien también es dueño de una universidad. Al parecer, la fiscalización de la Sunedu no sería de su agrado, pese a haber obtenido el licenciamiento. Fuentes de Acción Popular indicaron que habrían llamado a votar en contra o en todo caso, abstenerse de otorgar el voto de confianza.
EL VOTO DE FUERZA POPULAR
El Búho asegura que el apoyo del partido naranja al Gabinete de Cateriano se debió a un cálculo político, ya que ya sabían que con los votos de Acción Popular, Podemos, UPP. Frepap y el Frente Amplio se tumbarían al premier. Todo indica que no habrían querido ensuciarse las manos.
EL VOTO DE ALIANZA PARA EL PROGRESO
Para el columnista de Trome, los intereses más oscuros estuvieron detrás del partido de César Acuña. Conocido como ‘plata como cancha’, habría ordenado a sus 22 congresistas abstenerse para hundir a Cateriano sin ir directamente en su contra.
A pesar que sus universidades fueron licenciadas por la Sunedu, Acuña y varios de sus familiares enfrentan cargos penales por diferentes delitos, motivo por el cual no habrían querido a la ministra de Justicia escodiga por Cateriano, Ana Neyra.